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La que nos espera

A los peledeístas siempre les ha gustado mucho la llamada “inteligencia”, que no es otra cosa más que el espionaje. En todas sus gestiones, en todas las oficinas hay personal solamente para eso, para que cuente al director o ministro lo que dicen o dejan de decir los empleados. Si bien todos los gobiernos se sirven de esos sicópatas grabadores de conversaciones, el PLD ha violado el derecho a la privacidad de los ciudadanos y ciudadanas de una manera nunca antes vista. Realmente es una enfermedad. Lo que viene ahora es mucho más grave. Ahora se sabrá quiénes tienen precio y quiénes no lo tienen, y los indicadores serán, en primera instancia, nombramientos y cancelaciones: nombramientos para los que tienen precio y cancelaciones para quienes no lo tienen. Eso, para los empleados y empleadas, que para los contratistas y suplidores las cosas no serán distintas: cero uso de sus servicios y falta de pago a quienes no se pongan precio, y contratos y pedidos – aunque tampoco les paguen –

A mano pelá

Quienes estamos, en sesión permanente, trabajando por la candidatura de Hipólito Mejía tenemos la inmensa satisfacción de que nuestro candidato se ha mantenido en la preferencia del electorado a pesar de que, diferente a Danilo Medina, ni disponemos de recursos estatales, ni de la maquinaria del gobierno, ni siquiera de los recursos que pudiera tener en fondo o estar recibiendo el partido que sustenta la candidatura. Sí, porque tanto la asignación de la Junta Central Electoral como algunas donaciones, incluyendo donaciones millonarias, van a las manos de la directiva del partido y, por supuesto, el nunca bien ponderado presidente del mismo no ha dado instrucciones de que se cubran los gastos de la campaña del partido que preside, valgan tanto la redundancia como la paradoja. En consistencia con la ley de acceso a la información y la mística de transparencia, sería muy conveniente que la alta gerencia del PRD mostrara sus numeritos financieros, porque hasta ha circulado la especie d

“Ho dato tutto a te”

Te lo he dado todo. "Ho dato tutto a te", canta Medea, con el alma desgarrada, a Jason cuando ella recibe la carta en la que él le informa que la abandona por otra mujer, más joven, importante, una princesa. Si duro fue lo de Medea, lo de María Callas fue brutal. El aria y el personaje vinieron a resultar de antología, de ontología, cuando Onassis se casó con Jacqueline. Los escasos políticos dominicanos que tienen un cierto nivel de cultura, a pesar de tenerlo, viven perdidos en el espacio sideral. Se atreven a aplicarse la sensación de Medea cuando “sus” respectivos pueblos no los eligen más. Es que, cuando escuchamos a ex funcionarios, particular pero no exclusivamente de puestos electivos, hablando – como tema único – de sus glorias pasadas, nos preguntamos por qué sus beneficiarios les salieron tan mal agradecidos y no votaron más por ellos, si es verdad que hicieron siquiera la mitad de lo que alardean. En una de mis giras caravaneando con Hipólito, comenté a una

Margarita y los niños

A apenas meses de cumplir ocho años en sus “funciones” de Primera Dama, lo mejor que se le ha ocurrido a Margarita, y no por primera vez, es llevar por lo menos dos sectores muy vulnerables de la infancia a cenar al palacio. Uno, el de los niños y las niñas “especiales”, es decir, con limitaciones físicas o mentales. Otro, el de los niños y las niñas “de la calle”. En esta ocasión, además, las siamesas separadas y un par de lágrimas de emoción. Lo que importa es su imagen de generosa, sensible, altruista, y además cree que con una foto anual, navideña, puede convencer, probar al país que se interesa por la suerte de esos menores. En cualquier parte del mundo, particularmente donde le gusta hacer sus compras, esta abominable práctica califica para abuso. Es muy malsano utilizar esos niños y esas niñas para beneficio de su imagen. ¿Qué pensarán esos menores cuando los reclutan para hacer bulto en esas cenas, sin que la vida les mejore ni un ápice? ¿Cuáles son las políticas del flaman

“Mi Navidad, doña”

Cada periódico llega con un sobrecito del repartidor. Los también repartidores, pero de basura, sí, porque lejos de recogerla, más bien la riegan y no de cualquier manera, también entregan su sobre. Y cada año me pregunto lo mismo: ¿no les pagan donde trabajan? ¿no les dan su doble sueldo? ¿qué costumbre es ésa? Nosotros, los chiriperos de nuestros respectivos oficios, no tenemos sueldo, ni seguro de salud, ni plan de pensión y, por supuesto, tampoco recibimos regalía pascual. Pero aun aquéllos que sí la reciben, ¿deben repartirla entre los empleados ajenos? Pagamos por la recogida de basura, servicio que nos dan de muy mala gana y cuando ya tenemos ratones hasta para exportar. Damos por hecho que ni el chofer del camión ni sus ayudantes trabajan a cambio de lo que piden a los usuarios, no solamente en Navidad, sino durante todo el año. Pagamos nuestras suscripciones a los periódicos, únicamente a cambio de que nos lo tiren en nuestras casas, porque los venden en todas las esquin

Sentido de compromiso

No quería volver a mencionarlo. ¡Dios santo! Tengo vínculos de amistad con su esposa y sus cuñadas. Pero daría buena parte de mi vida por saber qué ganaría Miguelito si Hipólito, candidato del partido que él preside, perdiera las “erecciones”. Sería de lo más saludable que empezara por explicar por qué en sus cada vez más escasas apariciones lo único que hace es desautorizar públicamente al candidato, repito, del partido que preside. Ya le recomendé hace un tiempito que si no tiene el menor sentido de compromiso con la causa de su partido, que tome un sabático o, mejor, renuncie a la presidencia y más allá, a la militancia. ¿Cuándo se ha visto que nadie en su sano juicio milite siquiera, mucho menos presida, un partido con cuya causa no comulga? ¿Qué necesidad tan enfermiza es ésa de no perder ocasión de aguar la fiesta, no al candidato, sino a todos los que estamos impulsando esa candidatura? Si presidir el PRD era tan importante para él, no debió presentarse como precandidato, pe

Mensajes gubernamentales

El gobierno, por definición, es el equipo de hombres y mujeres que, si mal no recuerdo, desde el feudalismo para acá, administra el patrimonio de una sociedad, nación o Estado y, en principio, se ocupa del progreso y del desarrollo de sus gobernados, única forma de preservar y mejorar el patrimonio de todos. En nuestra peculiar república, llegar al gobierno es alzarse con el título de propiedad del patrimonio que ha sido puesto en administración y tratar a los legítimos propietarios como un estorbo, de los grandes. Este gobierno morado en particular, nos envía un claro mensaje, no de “sálvese quien pueda”, sino de “púdranse”. Todo lo que existe para la ligera superación de los ciudadanos y ciudadanas hay que destruirlo, ponerlo en condiciones inalcanzables. Y lo niegan con una caradura espantosa. Así, el gobernador del Banco Central invita a los periodistas a un banquete y les dice en su cara que aquí no hay crisis. El egregio vicepresidente de la CDEEE tiene el tupé de decir que

Discriminación, violencia, autonomía

Moriré sin entender la costumbre de tantos hombres de conquistar a las mujeres, muchas veces a base de embustes y cursilerías, para terminar desacreditándonos, maltratándonos o matándonos, independientemente de que hayan logrado conquistarnos o no. Califican cualquier gesto positivo hacia las mujeres como una condescendencia, como generosidad, “buenagentismo”, altruismo, caridad. Donde las mujeres estamos mal, nada anda bien. Demasiado se ha repetido que somos la mitad de la población. Parimos, criamos, educamos y mantenemos la otra mitad. Si las mujeres vivimos bajo un régimen de violencia en todas sus manifestaciones, tenemos que convenir en que todo el país vive bajo un régimen de violencia en todas sus manifestaciones. La discriminación también es violencia. La base del progreso es la solidaridad, no la discriminación. La discriminación, sea a las mujeres, a los ciudadanos dependientes por su condición física, mental o de edad, a los cristianos no católicos, a los no cristianos

¡Que crezca!

A la interrogante que aparece en la columna “De buena tinta” del pasado jueves 17 en Diario Libre: “¿Y si Margarita crece?”, sólo se responde de una manera: “¡que crezca!” El simple hecho de hacer esa pregunta indica una clara percepción de que no ha sumado nada a la de por sí opaca candidatura que acompaña. Si medimos a Margarita con Abinader, más rápido que inmediatamente nos damos cuenta de que no hay punto de comparación. Si Hipólito es mejor que Danilo, Luis Abinader es muchísimo mejor que Margarita, en todos los sentidos, y muy en particular desde el ángulo de los intereses a los que responden, el de los motivos que los llevan a ser compañeros de boleta de sus respectivos candidatos presidenciales. Luis Abinader no está impulsado por asuntos conyugales, su matrimonio no depende de esa candidatura, mucho menos la libertad ni el libertinaje de ninguno de sus relacionados. Tampoco está esperando un golpe de suerte para pasar a mejor vida. Ha tenido una sólida vida económica, pol

Queremos a Luis

A pesar de que llevaba varios días en cama, me levanté, aguanté la pela del tapón, caminé muchísimo debido a lo lejos que encontré un pequeño espacio para el carrito, pasé muchísimo rato de pie para de todos modos no encontrar un asiento, terminé abandonando el hotel apenas empezó el acto, porque ni en las múltiples pantallas gigantes que colocaron en diferentes puntos lograba ver bien, mucho menos oír, la lectura de los documentos mediante los cuales Luis Abinader renunciaba a sus aspiraciones de candidato presidencial para apoyar la pre-candidatura de Hipólito Mejía, al tiempo que Hipólito Mejía se comprometía a llevarlo como compañero de boleta, es decir, como candidato a la vicepresidencia. En presencia de toda una multitud, sellaron un pacto, condicionado únicamente a que Hipólito ganara la Convención. Y la ganó. En todas las actividades de campaña, antes, durante y después de la Convención, el trabajo de Luis Abinader, su equipo y sus seguidores, no solamente se nota, sino que

La que me faltaba

No se sorprendan si cualquier día de éstos se enteran de que estoy presa por evasión fiscal. Hice una traducción corta a una empresa privada, por un monto de tres mil doscientos pesos, menos el diez por ciento que manda la ley, y resulta que no pueden pagarme porque aparezco “bloqueada” por la egregia Dirección General de Impuestos Internos. Acudí a la misma oficina en la que hace un tiempo tuve a bien inscribirme voluntariamente y me dieron un formulario grandísimo para que lo llenara. No entendí nada de lo que pedía el formulario, que no fuera la certeza de que no correspondía a mi categoría de chiripera de las traducciones. Consulté con una experta y me dijo que no, que fuera a la principal y, en una ventanilla, pidiera un bloque de facturas fiscales para persona físicas. Ahí me enteré de que primero tenía que solicitar al director general el “alta” del “bloqueo”, y esperar diez días para que un inspector me visite y decida mi suerte al respecto. Además, tenía que depositar la car

El pobre Migue

¿Recuerdan aquella guaracha de la Sonora Matancera que decía “qué le estará pasando al pobre Migue, que tiene mucho tiempo que no sale”? Es lo único que viene una y otra vez a mi cabeza cada vez que pretendo entender por qué Miguelito Vargas, en vez de actuar y reaccionar como el presidente del partido del candidato a todas luces ganador de las venideras elecciones, está actuando, ni siquiera como el precandidato perdedor, sino como un niño malcriado. El cree que está disminuyendo a su propio candidato con sus ausencias y desplantes, pero quien está quedando feo es él mismo. Ahora nos alegramos más de no haberlo elegido porque, si derrotado es tan supremamente arrogante, ¿qué podríamos esperar de él si hubiera ganado? Felizmente, los perredeístas de siempre son fieles a su partido y acuden masiva y militantemente a apoyar a su candidato durante toda la campaña y, por supuesto, a las urnas. El voto del PRD es duro. La popularidad de las candidaturas de Hipólito Mejía y Luis Abinader

Reconocimiento mundial

El alcance al cual los gobernantes peledeístas cuentan con la ignorancia de este pueblo no tiene límites. Insisten, como todo necio que se respete, en convencernos de que nos han puesto en el mapa, debido a los escandalosamente numerosos viajes sibaritas de Leonel y sus funcionarios, sin detenerse a mirar los baldones que, gracias a ellos, hemos obtenido. Son de colección. Tanto alardear de progreso (sin desarrollo), de crecimiento económico (de sus finanzas personales), de esto y de lo otro, y en todas las mediciones negativas que se hacen en la bolita del mundo, estamos “alante, alante”. La más reciente incluye nuestra capital en el “top ten” de las ciudades inseguras. Los evaluadores no llegaron a la misógina ciudad corazón. Así nos han puesto la vida: sin oportunidades, sin derechos civiles (que no sea el de la muerte civil obligada), arrinconados, amontonados, en arresto domiciliario. Y pretenden convencernos que no merecemos más de ahí por el hecho de no rendir suficiente plei

El corazón de Danilo

Como bien plantea Juan TH, lejos de usar un látigo contra los corruptos, éstos no serían tocados ni con el pétalo de una rosa, en el hipotético caso de que Danilo llegara al poder. Más desafortunada todavía me parece la parte de esa misma frase donde dijo: “mi corazón para los pobres”. De entrada, sin remordimientos, podemos interpretarla exactamente al revés: “mi corazón para los corruptos y un látigo para los pobres”, y no se puede decir que se trate de un prejuicio. ¿Dónde estaba el corazón de Danilo durante sus cuatro años de secretario de la presidencia? Danilo era el hombre fuerte de ese período de gobierno. Recordemos que Margarita no era, oficialmente, la primera dama. Danilo era el que “conseguía”. No hay dudas de que, tanto poder tuvo y ejerció, que se convenció de que podía, debía y quería ser presidente de la república. Desde entonces, ésa es su obsesión-compulsión. ¿Con quién estaba el corazón de Danilo en esos tiempos? ¿Quiénes eran los pobres a los que entregó su cor

Espíritu de colectividad

Ya no recuerdo a partir de qué momento las familias dejaron de tener un solo televisor en la sala para ver juntos los programas de su preferencia, dentro de un menú limitado, pero por lo general de horarios programados adecuadamente para todas las edades. Ahora, un televisor por dormitorio sólo es suficiente si ese cuarto es para una sola persona. También las familias dejaron de usar el mismo baño para todos. Durante muchos años se construyeron las viviendas con un baño para la habitación principal o matrimonial y otro para los hijos y las hijas. Ahora se tiende a construir un baño para cada dormitorio, más un baño para las visitas. Cada vez son menos las familias con un solo medio de transporte. Todos los que pueden, disponen de un vehículo por miembro de la familia. El feliz hábito de comer juntos en la mesa es historia. Y así, se han ido diluyendo las actividades que solían hacerse en familia. En esa misma o mayor medida, tampoco se hace gran vida con los vecinos. Todo lo anteri

OPS

Si estás apoyando la candidatura presidencial de Hipólito Mejía, pero no estás organizado en el PRD, ni quieres hacerlo; o en el PRD y/o sus comisiones de campaña no te quieren por cualquier motivo, desdeñando tu aporte, básicamente porque juran que no te necesitan, o porque creen que vas a quitarles su turno en la larga fila; o si ya estuviste en una comisión y te desconsideraron, seas perredeísta o no, puedes acudir a la Oficina Política Sectorial. Si eres de credo religioso, preferencia o actividad sexual, práctica filosófica, limitación física o mental, víctima de discriminación, abuso o violencia de cualquier tipo, en fin, cualquier rasgo que te haga lucir “diferente” a lo establecido como “normal” y “adecuado”, y entiendes que tú y tus pares necesitan un capítulo en el Programa de Gobierno, congrégate en la Oficina Política Sectorial. Lo mismo si eres profesional, técnico, perito, comerciante, cooperativista, comprometido con alguna causa, la que sea, y estás decidido/a a sacar

Todos a una

Viendo los resultados de las encuestas de estos días, queda claro que si Danilo consiguiera el 9% que se le atribuye al PRSC, no alcanzaría a Hipólito. Sin embargo, si Hipólito se alza con ese 9%, ganaría ampliamente en la primera vuelta. Es lo que queremos y lo que nos conviene a todos/as los/as dominicanos/as. Mi optimismo (no triunfalismo) está en sus aguas, y más aun cuando leo los nombres de los coordinadores de campaña de Danilo, lo que se dice un Dream Team: de entre todos los impopulares morados, sacaron con pinzas a los más impopulares de todos, y todavía les queda una tremenda reserva, una cantera inagotable de súper impopulares. Euclides, que popular no ha sido nunca, acaba de poner un huevo de avestruz. No se explica cómo un abogado de tanta experiencia, un político de tal trayectoria, se arrastra por el subsuelo a intimar a los anunciantes de un programa tan respetable y respetado como el de Nuria. Entre eso y el profundo dolor de Reynaldo, que hasta parece auténtico

Debe doler, sí

Dice el secretario general del PLD y presidente del Senado que le duele que la población perciba que el PLD y sus componentes son corruptos. Debe dolerle mucho, de verdad, que a pesar de lo mal comía que está la gente – y no solamente la gente pobre, sino también los nuevos pobres, los empobrecidos de este gobierno – su escasa capacidad de pensar alcance para darse cuenta de lo que los peledeístas, no sé a partir de qué criterio, calcularon que nadie notaría. Tiene que doler mucho que quienes en otros tiempos les recogimos tanta hambre y tanta vergüenza a buena parte de los funcionarios de hoy sintamos mucho más que asco de ver en qué consistía la verdadera lucha morada, qué fue lo que en realidad aprendieron en esas logias que eran los círculos de estudio. No sé qué dolerá más, si el desprecio generado entre quienes los conocieron siendo de pobres a indigentes o su miedo de mirarnos la cara sin poder explicar tanta fortuna y, muy especialmente, tanta ingratitud. Seguramente duele

Si no se cacarea,…

Recuerdo que durante su gobierno, Hipólito Mejía acostumbraba a decir que “el huevo que no se cacarea, se pierde”. En estos días, estuve en SeNaSa y encontré el local lleno de vejigas en los colores que identifican la institución. Grande fue mi sorpresa al enterarme de que se trataba del noveno aniversario de esa aseguradora de riesgos de salud, lo que significa que fue fundada en 2002, es decir, dentro del período 2000-2004, probablemente creada por una ley del congreso de aplastante mayoría perredeísta (todos, menos José Tomás). Cada día más, el gobierno morado cacarea los huevos ajenos, y los que no puede cacarear, los esconde. Recientemente, se atrevió el vicepresidente a decir que Hipólito no fue el gestor de las tarjetas Solidaridad, para que vean que de tanto mentir, ellos mismos están creyendo en sus propias mentiras, como quienes han perdido todo el sentido de la realidad. Así, durante la caravana del fin de semana pasado por el Suroeste, dos de tres concentraciones tuvi

Otra vez, caravaneando

Cuando iba a empezar a narrarles mi caravaneo del sábado por el suroeste, con Hipólito por supuesto, revisé los comentarios a mi artículo anterior (no se pierdan esa saga) y encontré uno de quien dice llamarse Pedro que me deshace el hilván de lo que pensaba escribir. Ya venía en la onda de la reflexión sobre esas actividades de campaña, esas movilizaciones de tantas personas, de las cuales, a la mayoría les urge – no una mejoría, sino – un alivio a lo que nos atrevemos a llamar la calidad de sus vidas, y los menos, dejando pruebas materiales de su presencia en esos actos para la hora de pasar factura y reclamar “lo suyo”. El comentario de Pedro me obliga a hacer un alto y leer más de una vez que para los de nuestra generación, los sesentones de ahora, los del medio millón de la UASD, “…todavía para esa época la dignidad, el valor, la capacidad de entrega y de sacrificio no habían desaparecido. Eran los tiempos en que estudiábamos para ayudar, para servir, con el deseo de construir

Estudiar ¿qué?

Hay que estar demasiado falto de oficio y tener una idea demasiado pobre de los demás (siendo los demás sus propios votantes, gobernados y contribuyentes de los tributos que administra sin rendirles la menor cuenta), para alterar la vida de todo un barrio, más la de los barrios que quedan en el camino, movilizar medio gobierno y todos los lambones habidos y por haber, para dizque enterarse de las situaciones que afectan a ese sector de la población, como si no se supieran aun sin haber pasado nunca ni cerca de ahí, y encima concluir con que ahora va a estudiar la información recogida. Todo esto, agravado por el hecho de que esos baños de pueblo, que sólo sirven para hacer más patente el absoluto menosprecio del presidente y todo su gobierno por toda la población y muy en especial los más pobres, también nos cuestan dinero, mucho, del que nos arrebatan para administrar a su sola conveniencia aun sabiendo exactamente para qué lo necesitamos y cuánta falta nos hace. Esto es abuso, des

Cecilia es María Callas

No, no es que le ha cambiado la voz y se volvió soprano. Nada de eso. Es que, dirigida por Carlos Espinal, y acompañada de Dante Cucurullo (El Pianista), Giovanni Cruz (El Tramoyista), Carolina Camacho (La Primera Soprano), Dolly García (La Segunda Soprano) y Nelson Veras (El Tenor), más un equipo de apoyo de primera, Cecilia García interpreta a María Callas en “Master Class” (Cátedra Magistral), de Terence McNally, que se presentará en la Sala Ravelo del Teatro Nacional durante los fines de semana del mes de septiembre, a partir del viernes 9. Quienes conocemos a Cecilia y hemos tenido acceso al libreto estamos azorados de la cantidad de detalles en los que estas dos mujeres, la actriz y el personaje, no necesariamente se parecen, ni las estamos comparando, Dios nos libre, pero se evocan, digamos que coinciden, incluyendo el nombre (María Callas llevaba Cecilia en su nombre), rasgos físicos, giros del lenguaje, actitudes frente a personas y situaciones. Increíble. “Es una historia

Los ritmos modernos

Cuando nos reuníamos en el Malecón los domingos, casi siempre en la terraza del Carimar, había muchos “artistas” que no precisamente nos deleitaban, pero nos divertían muchísimo. Recordamos a los telépatas, al Sandro dominicano, el perico ripiao de albinos que debía retirarse antes del amanecer por el mito de que los albinos no ven de día, y muchos otros, entre ellos un pequeño grupo formado por un guitarrista, un tamborero y un güirero/maraquero que anunciaba “los ritmos modernos”, pero sólo se sabían “debes tener personalidad, oh, personalidad, sí, personalidad…” y ni siquiera se lo sabían completo, además de que ya para entonces esa pieza era viejísima. Eran los únicos que recibían nuestra atención y nuestra pequeña contribución. Todo lo anterior de preámbulo para hacerles saber, por si les interesa, que nos hemos constituido en el grupo “Nunca es tarde” y nos estamos reuniendo para desinhibir nuestras represiones, realizar nuestras fantasías, digamos que pasar esa materia pendien

El inquilino

Lamentablemente, no se trata de la magistral película de Polanski, sino de lo arriesgada y patológica que se está volviendo la relación propietario-inquilino en nuestro país, y la obsoleta legislación que existe al respecto, aparte de que, habiendo tantas instituciones gubernamentales “repetidas” que no hacen nada más que gastar mucho dinero, para los alquileres sólo existe el departamento en el tercer piso de la Procuraduría y ¡una sola magistrada! por suerte, conocedora de la ley y de su oficio. La mayor parte de las querellas llegan de parte de propietarios para que les desocupen sus propiedades por falta de pago o renuentes a devolver los depósitos por el estado en que les dejan sus viviendas. Son los más, y como ven, son monótonos, lo que no les resta ni un ápice de razón cuando la tienen. Las querellas de los inquilinos son menos, pero mucho más variadas. Pasen un rato en la sala de espera del control de alquileres para que oigan historias que van desde un propietario que, al

El señor de los anillos

Es mucho lo que se pude comentar sobre el egregio regidor de demarcación diminuta que propuso a su sala capitular que encargaran no uno, sino tres anillos para cada uno de ellos, para conservarlos como recuerdo de su gestión. Y aun así, están aprobando nuevas demarcaciones a la carrera, como si en ello fuera la vida de no sé quién(es). Aquí hay distritos municipales que abarcan dos calles, parajes de menos de quinientos moradores con categoría recién adquirida de municipios, o sea que requieren alcaldías, alcaldes, regidores y diputados. Pero jamás vayan a pensar que son auto-sostenibles. No. Es con nuestro dinero, el que más rinde para esas misiones y no nos llega a nosotros, que lo generamos, ni por error. También podría contarles de un tipo de cerca de sesenta años que conserva los anillos del matrimonio de sus padres para un día – supongo que en la próxima vida – casarse con la mujer, no que siempre ha querido, sino que daría gusto y paz a su difunto padre y a su más que viva mad

A doña Susana con cariño

¡Qué suerte tuvimos mis amistades, mi mamá, mi hija y yo! Cuando me dio por hacer fiestas en mi casa, celebrando por grupos los cumpleaños de mis amigos y amigas, doña Susana nunca faltó. Pasaba la parte temprana de la fiesta viendo sus novelas por televisión con mi mamá, que era su amiga, y el resto disfrutando con mi manicomio privado. Para colmar mi suerte, dispongo de un disco de merengues con la orquesta de Napoleón Zayas que incluye La Maricutana, merengue favorito de doña Susana, y también cuento con tremendo equipo de amigos bailadores que se disputaban por bailar con ella. Muchas veces la acompañé a las actividades sociales de las que se nutría del material para su adictiva columna y, tengo que resaltar que, sin que ni remotamente estuviera de acuerdo conmigo en mi forma de ser, de actuar y de pensar, siempre tuvo palabras de respeto hacia mí, tanto en lenguaje oral como escrito, cosa que no siempre agradaba a algunas de sus lectoras cautivas. ¿Cómo olvidar aquella fiesta

Palo ensebado irreversible

El mismo día, primero declara el precandidato morado que su triunfo es irreversible y luego, jugando a la víctima que busca despertar piedad, lo cual es propio de la conducta peledeísta, dice que la carga impositiva que su gobierno está tirando encima al cansado burro que somos nosotros convertirá su campaña en un palo ensebado. Y al día siguiente, se envalentona y dice que Leonel no lo va a joder. Tengo que inferir que, nacido y criado en San Juan de la Maguana, Danilo debe ser un campeón invicto de ese juego de resistencia. Porque, decir en Fantino que su victoria no tiene vuelta atrás y, unas horas más tarde, en Puerto Plata, enfatizar que esa victoria puede deslizarse vertiginosamente hacia abajo debido a una reforma fiscal que para él, de ninguna manera puede ser sorpresiva, es creer, como el resto de sus compañeritos, que somos burros, no sólo de carga, sino carentes de pensamiento por lo mal que nos han puesto a comer, o es una forma demasiado retorcida de que le cojamos pena,

Tranquilo con Danilo

¡Tantos años de duquesa, y no aprendes a mover el abanico! ¿Y esa desesperación, muchacho? ¿Te has dado cuenta, de repente, que debes apoyar a tu candidato y has querido darle una prueba desaforada de tu apoyo? ¿Para qué? En cuanto a él, siempre ha estado de tu lado, nunca te ha enfrentado, no te ha hecho la menor crítica, ni observación. No es necesario que le des pruebas de que estás de su lado: él está del tuyo. En cuanto a ti, no gastes tu pólvora en garzas: él no va a ganar ni que te vayas de boca apoyándolo, ni que gastes todo nuestro dinero y el que coges prestado a nuestro nombre en hacerle campaña. Ahora, en relación a esa sacadera de cuentas a tu predecesor y seguro sucesor, debes tener conciencia de que perdiste un tiempo precioso de ése que te pagamos sin que sepamos exactamente cuánto. Este ha sido el más innecesario y el más perjudicial – para ti mismo - de todos tus discursos. Todo el mundo sabe hasta donde se extendió tu mano y la de los tuyos en la mayor parte de lo

Efectivamente, no los amo

Precisamente porque los entiendo, no que los comprendo ni que los acepto, no puedo amarlos. A ninguno de ellos. Nos han convertido, a todos y cada uno de nosotros, en aquellos niños huerfanitos, con herencia, a quienes algún familiar o vecino, no enfermo mental, sino pura y simplemente malvado, se ofrecía a custodiar hasta su mayoría de edad, cuando, si llegaban vivos, ya no les quedaba ni un solo centavo y hasta debían dinero a sus “benefactores”. Sí, señor. Los gobernantes peledeístas son las brujas de los cuentos infantiles. Son los malos de las películas no tan infantiles. Son los grandes abusadores de nuestra cruda realidad nacional. Entonces, no es que no los entendemos. Es que los aborrecemos. Mucho. Les tenemos asco. Han acaparado todo lo que nos pertenece y, si les da la gana, sueltan una que otra migaja a quien les parece. “Te estoy ayudando”, nos dicen, como si se estuvieran desprendiendo de algo propio para hacernos un favor. Tres mil sombreros, mal contados, en un so

Cuatro pájaros de un tiro

En medio del desparpajo gubernamental para administrar el Estado y tratar a sus propietarios, que les pagamos no sabemos cuánto, más todo lo que nos niegan y nos arrebatan, el presidente se ha estado quitando de encima sus mayores estorbos políticos: su propio vicepresidente, su propia esposa y su propio candidato. Al vicepresidente, lo conserva como tal, porque no le queda de otra y en algún momento, antes de que se destapara a dar declaraciones tan repetitivas como desafortunadas, le sumó, en términos sociales. A la esposa, la conserva como tal, porque es mucho lo que le ha aportado en términos económicos, y también sociales (en su momento, era importante estar casado). No sé qué le habrá aportado Danilo alguna vez, pero en este momento lo ha hecho quedar como un presidente de partido que acepta decisiones, lo cual no es más que otro montaje. Pero, en términos políticos, se los quitó de encima a los tres. Ahora, sus amarres andan por otro camino: ya tiene el poder legislativo y el po

Calidad moral

Enternece leer y escuchar las declaraciones de tantos funcionarios morados descalificando a quienes critican sus acciones, cual de todas más perniciosa para la población. Es increíble que el más joven de los partidos que ha llegado al poder precisamente con el más joven de los presidentes hayan puesto el país y sus habitantes en las condiciones en que estamos todos menos ellos y encima reaccionen tan airados a la menor observación. No conformes, desacreditan y descalifican a todo aquel que los haga sentir atacados, señalados, aunque los hechos estén ahí y no haya forma de negarlos ni ocultarlos por más esfuerzos que hagan. Nos exigen ser sus cómplices. Nos exigen ser tarados. Nos exigen mantener esa nueva vida que han descubierto, que no ha terminado de deslumbrarlos y que no están dispuestos a dejar ni que los maten. Pensamos que tantos de ellos, empezando por el presidente, de origen tan pobre, con formación académica, formación política, o con entrenamiento de guerra, hombres y muje

La vida que elegimos

La razón por la cual no podemos sentirnos libres ni progresar en nuestro país es muy sencilla. No tenemos ni hacemos causa común. No podemos ser libres sin sentido de la igualdad de derechos y deberes, ni podemos progresar sin ejercer la solidaridad. Como si no bastara la brutal desigualdad a la que nos somete la administración de nuestro Estado, nos esmeramos en hacerla tangible, compitiendo entre nosotros en aspectos de la vida desde los más triviales hasta los más importantes. Así es imposible ser solidarios. Entonces, ni somos libres, ni progresamos. Nuestras esclavitudes nos estancan. Somos esclavos de la enseñanza privada, la salud privada, el transporte privadísimo y preferiblemente de lujo, los sistemas privados de abastecimiento de agua y energía eléctrica, la comunicación privada, todo privado. Ni siquiera cada familia: cada uno de sus miembros compone o dispone de un sistema privado, y todo el mundo bien atento al sistema ajeno, no para igualarlo, sino para superarlo. Nuestr

Si tú mueres primero

Yo te prometo que escribiré la historia de nuestro amor con toda el alma llena de sentimientos, la escribiré con sangre, con tinta sangre del corazón. De modo, hombres dominicanos, que cuando les dé ese ataque de pasión que los lleva a matar a las mujeres para luego suicidarse, tranquilamente tomen la preferencia y suicídense primero. No sean tan caballerosos ni se apeguen tanto al “ladies first” (las damas primero). Ahí sí cabe bien aquello de que muerto el perro, se acabó la rabia. Porque, estoy completamente de acuerdo en que quien no puede estar vivo, debe morir. Y si son ustedes los que no pueden vivir sin sus parejas o ex parejas, si no soportan la ignominia de verse alternados, botados o sustituidos, en otras palabras, tratados en la igualdad, son ustedes quienes deben morir. Y, por cierto, vayan a suicidarse bien lejos, donde no haya que verlos en una situación tan indigna, tan débil, como lo es atentar contra su propia vida. Ojos que no ven, corazón que no siente. Si es verdad

Asuntos de género

Si hay algo que evito en la vida es “conflictuar” (entrar en conflicto) con las militantes del feminismo, entre otras, porque tengo amigas muy queridas que profesan esa fe. Las sé muy celosas de lo que consideran sus logros y recuerdo su reacción cuando se habló de que la entonces Secretaría de Estado de la Mujer cambiara a Secretaría de Estado de la Familia. Pero, ya que convinieron cambiar la nomenclatura al feminismo por asuntos de género, creo oportuna la ocasión para proponer que el ahora Ministerio de la Mujer cambie a Ministerio de Asuntos de Género, de manera que incluya a la población gay, que padece de males como la discriminación y la violencia por razones de género, de su preferencia sexual, pero resulta que no son mujeres, sino hombres que tienen sexo con hombres. Nos gusten o no nos gusten, los “pájaros” existen y estamos obligados/as a respetarlos. Tienen tantos derechos civiles como el resto de la población y merecen (más bien carecen de) tanta protección estatal como l

En sesión permanente

Admitiendo que nuestra necesidad real es un cambio radical de sistema, hace tiempo que decidí ejercer mi derecho a participar – hasta donde el sistema que nos rige lo permite – si no en la toma de decisiones, al menos en publicar posiciones sobre los temas que nos afectan, nos interesan o nos sensibilizan, de manera que, como ya es de conocimiento de quienes me leen, estoy metida de cabeza en apoyar la candidatura presidencial de Hipólito Mejía. Me declaro en sesión permanente. A tales fines, pongo a disposición mi blog: cibercosette.blogspot.com, si “jallo” los cuartos, en algún momento abriré un programa de radio, y tengo un nuevo correo electrónico: ensesionpermanente@gmail.com. Espero recibir sus comentarios, sus puntos de vista, temas a tratar, observaciones, advertencias, aspectos que deban ser incluidos en el programa de gobierno, en fin, todo lo que quieran decir sobre el candidato de mi preferencia. Acepto críticas, por duras que sean. Insultos, no. Yo también sé ofender ¡y

Es verdad, son engreídos

Se queda corta la ministra de educación superior al tildar de engreídos a los dueños de los colegios. Son unos buenos abusadores, explotadores de maestros “bien pagados”, sacan la lengua a los padres, los estafan, dando a sus hijos, los alumnos, una educación de mediocre a muy mala, no pocas veces maltratándolos, inculcándoles disparates y fomentando competencias muy dañinas de corte socio-económico, en fin, que no hay nada más parecido a un funcionario peledeísta que un dueño de colegio. Esos engreídos saben bien que ese derecho civil, la educación, el deber constitucional de enviar los menores a la escuela, no está garantizado por el Estado. Entonces, se multiplicaron y crecieron mucho más que las bancas de apuestas, que los colmadones y demás tarantines donde la gente gasta su dinero, básicamente para alardear de lo que carece, como se estila. Para más parecerse al gobierno, los colegios son causa principal de tensión, de insomnio, de infartos, de presión alta, de suicidios, o sea,

Ciencia y humanismo

Todavía algunos permanecemos asombrados de la generosidad presidencial para con el Hospital Metropolitano de Santiago al comprometerse a aportar veinticinco millones de dólares, no de los que quizás heredó de su papá, sino de los nuestros, sobre todo si pensamos en lo que representaría una suma así de dinero distribuida en los tantos hospitales que se están cayendo a pedazos. Siendo el lema del “jom”, como le llaman en cibaeñinglis, “ciencia y humanismo”, se podría pensar que este proyecto privadísimo del conocido “grupo de Santiago” viene a resolver el problema de salud de esa metrópolis, tal como su nombre lo indica, si bien hay elementos que sugieren un propósito más bien internacional: en su concepción participaron médicos que viven o vivían fuera, le hicieron un hotel de diseño parecido a distancia prudente, más un aeropuerto en la misma zona. El caso es que el gobierno morado no ha limitado su contribución a la causa del HOMS a esos veinticinco millones de dólares. Para que no ca

Complicidad morada

Todos los peledeístas, dirigentes, militantes, legisladores, síndicos, regidores, precandidatos activos y arrepentidos, todos, son cómplices de los desmanes del gobierno, incluyendo de la permeabilidad de nuestro sistema financiero en relación al tráfico de drogas y lo que eso ha significado para nuestra economía y para nuestra reputación. Sacando la comida aparte al medio desaparecido y a riesgo de desaparecer senador de Peravia, no se ha sabido de una sola denuncia, de un solo enfrentamiento al gobierno de parte de un peledeísta de cualquier nivel. Los precandidatos han supeditado sus aspiraciones a la voluntad del “destino” y no han dicho nada que pudiera lucir como una crítica real a Leonel y su equipo. Eso quiere decir que, si Leonel se disfrazó de un Aníbal que sólo existe en su mente cuando vio que los números no le daban, los números tampoco darán a quien sea el candidato morado. Por lo tanto, cuando se habla de que las elecciones serán cerradas, significa que la lucha será ent