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Mostrando entradas de mayo, 2012

Tolentino tiene razón

Desconozco el criterio a partir del cual se pretende creer y hacer creer que Miguel Vargas representa la unidad del PRD. De lo poco que recuerdo es que, además de alzarse con la presidencia del partido, desconoció a los ganadores de los puestos de dirección y colocó en ellos a quien le dio la gana (y conste que no tengo preferencias ni por los agraciados ni por los despojados). Para las elecciones de 2010, no fueron pocas las candidaturas que arrebató a los ganadores de convenciones en sus respectivas provincias y las cedió incluso a personas ajenas al PRD. Se supone que los estatutos prohíben que el presidente del partido se presente a convención tras la candidatura a la presidencia de la república y él lo hizo. En un hecho sin precedentes, dedicó todas sus fuerzas para que el candidato del partido que él preside perdiera las elecciones. Todo eso y mucho más se lo aguantaron. Y todavía se atreven a decir que su improbable renuncia o su eventual expulsión pondrían en peligro la unida

Fantasía sexual

No me alcanza la imaginación para hacerme una idea del impacto recibido por el presidente Obama al enterarse de que es parte de las surtidas fantasías sexuales del ex presidente italiano; saberse, en verdad, un oscuro objeto del deseo. ¡Santo Cristo de Bayaguana! ¡Santo Cura de Ars! ¡Santa Cruz del Seibo! Freud vivió en la época equivocada. Se estaría dando banquete ahora. Efectivamente, Barack Obama es un hombre muy atractivo, incluso quitándole la imagen del poder. Es más, tengo la impresión de que sabe que gusta. De ahí a que un hasta hace poco colega disfrace de él a una de sus chicas de compañía, el paso es grande. En lenguaje más o menos llano, Berlusconi jugó a tener un momento de sexo con Obama (me habría encantado escribirlo de otro modo, pero haré un gran sacrificio y lo dejaré así). El caso es que esto obliga a desarrollar la sexo-política como tema de estudio. Habrá que incluirla como materia en la carrera de ciencias políticas. ¿Por qué querría un presidente de país ci

No te contamines, Luis

A excepción de 1966, he tenido edad para votar en todas las elecciones. Sólo me abstuve una vez, por encontrarme estudiando en Francia y, de todas formas, cuando fui a buscar el inolvidable registro electoral para votar en 1978, aparecí como quien había votado en 1974. Cada proceso electoral tiene su historia y cada una de esas historias contiene más de un espectáculo producido por el PRD, lo que extrañamente no ha impactado cuantitativamente su voto cautivo, duro, pero sí lo ha hecho perder más de unas elecciones, no hablemos del número de partidos emergentes productos de esos shows, por cierto, nada artísticos. En todos estos años, no recuerdo a ningún candidato ni candidata que me haya impresionado como Luis Abinader. Tendré la precaución de no deshacerme en elogios, que tampoco ése es mi fuerte. Pero de que me encantó su desempeño durante el proceso, no hay dudas. Su sola presencia llenó todos los espacios. Su desenvolvimiento, su dominio, lo hacía lucir “extranjero”, de país ci

La bomba fecal

Mientras unos se preguntan cómo hicieron para colocarla, quién puede haber sido, o si fue que Franlklin Almeyda olvidó su merienda en el ascensor, como comentó alguien debajo de una noticia, mi pregunta es ¿cuánta gente defecó y en qué circunstancias, para llenar esa funda de excrementos? Sí, porque a estas alturas del campeonato no nos pondremos a teorizar sobre la más absoluta pérdida de investidura, de respeto, de honorabilidad, de nuestras instituciones y quienes la dirigen. ¿Para qué, si todo está tan a la vista? ¿Para qué, si todos somos cómplices por acción u omisión? Lo cierto es que esto ha venido a ser como un refresco en medio del calentamiento de los últimos días. Todavía no he terminado de asimilar los hechos, no los he colocado en su lugar, no he salido del shock. Creo firmemente que mi candidato, Hipólito Mejía, ganó las elecciones. Partiendo de ahí, quienes lo seguimos merecemos ver los números del centro de cómputos antifraude, estamos de acuerdo en que Hipólito hi

Gracias, Hipólito querido

A los 71 años y con la seguridad económica obtenida, no es común que un hombre abandone la comodidad de su vida, la disponibilidad de su tiempo, para integrarse en cuerpo y alma, veinticuatro horas, siete días a la semana durante dos años, a la causa de la más estricta necesidad nacional. Tomar la decisión, proclamar e inscribir la pre-candidatura, ganar la convención, reconocer los errores, acercarse con humildad y dignidad a quienes se le habían alejado, mantenerse firme ante los embates, no haberse detenido ni haber dado un paso atrás para coger impulso en una carrera tan adversa, habrá que agradecérselo por siempre, y la primera muestra de esa gratitud es votar por él en estas elecciones. Nuestro candidato, lo sabemos, no es un santo milagroso. Tampoco está rodeado de ángeles, arcángeles, querubines y serafines. Es un hombre fuerte, de carácter, de sólida formación familiar, de esmerada educación doméstica, profesional exitoso en el área más importante de la vida de cualquier paí

Se acerca la hora

Estamos llegando al esperado día. A estas alturas, ya hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance y un chin más para asegurar el triunfo de nuestro candidato, Hipólito Mejía. Prácticamente, lo único que falta es votar, cosa que no debemos dejar de hacer bajo ninguna circunstancia. Mientras llega la hora, llamemos, visitemos o escribamos de nuevo a nuestros conquistados para recordarles su compromiso, así como la forma de votar: aunque la foto de Hipólito aparezca en tantas casillas como partidos lo apoyan, solamente se debe marcar una, para que el voto sea válido, con una cruz o una equis que no exceda el borde de la casilla. No está de más dar una sopladita para que la tinta se seque, no vaya a ser que marque una segunda casilla cuando doblemos la boleta y haga contacto con otra casilla. Recordemos a nuestros votantes que pueden votar por Hipólito marcando la casilla 1 del PRD, la 5 del MODA, la 11 del PRSD, o la 13 del PHD. Pero solamente una. Mis allegados y yo marca

El mayor de los peligros

Habiendo visto los anteriores, y sabiéndome su financiadora inconsulta e involuntaria, no iba a perderme la tercera presentación televisada en cadena, “El mayor de los peligros”. Nunca antes un título se ajustó más a una obra. No sé del resto de quienes lo vieron, pero no recuerdo haberme sentido jamás tan en peligro como esa noche, al constatar ¡y de qué forma! en las manos que hemos estado durante tanto tiempo y pretenden que sigamos hasta que se cansen o se mueran. Buscando información que medianamente explicara el estado de salud mental requerido para producir semejante documental, recordé, de mis mejores tiempos de traductora, el concepto de proyección, que en sicología se usa para definir un mecanismo de defensa que opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. Acudí a un sitio tan accesible y sencillo como Wikip

Los motivos de Proteo

(Casi) todos sabemos que Proteo era un dios del mar que podía predecir el futuro, pero cambiaba de forma para evitar hacerlo. El uruguayo Rodó dice, en el capítulo 26 de Los motivos de Proteo: “Hay siempre en nuestro espíritu una parte irreductible a disciplina, sea que en él prevalezca la disciplina del bien o la del mal, y la de la acción o la de la inercia. Gérmenes y propensiones rebeldes se agitan siempre dentro de nosotros, y su ocasión natural de despertar coincide acaso con el instante en que más firmes nos hallábamos en la pasión que daba seguro impulso a nuestra vida; en la convicción o la fe que la concentraban y encauzaban; en el sosiego que nos parecía haber sellado para siempre la paz de nuestras potencias interiores.” Miguel Vargas no es un dios del mar. Es evidente que no pudo predecir un futuro que ya casi es presente, por mucho que haya querido cambiar de forma para evitarlo. Espero que la ocasión natural de despertar de esos gérmenes y propensiones rebeldes que se

Sicoanálisis de dos candidatos

Uno de los más recientes dispendios de esta campaña fue el llamado “Sicoanálisis de dos candidatos”. Una cadena de ocho canales de televisión en hora premium, con el hijo de César Medina de moderador y cuatro profesionales: un politólogo, un sociólogo, un sicólogo y una siquiatra. No tengo nada qué decir de los cuatro hombres. Antes de esa presentación, yo no sabía de su existencia. De la mujer, voy a obviar las referencias que, desde hace años, muchos tenemos de ella. Sólo sé que aquello, seguramente financiado con dinero nuestro, fue penoso, lamentable, vergonzoso, nada profesional, absolutamente vago, irresponsable, en fin, una jugada tan fracasada como mal intencionada. Del sicoanálisis, ni cerca. Los cinco deberían visitar un/a buen/a sicoanalista para que, entre otras, definan el concepto y descubran qué tenía ese triste espectáculo de teoría científica (concepción ampliada de la sexualidad), método de investigación (experiencia, pensamiento y conducta humana), o de terapia