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Mostrando entradas de marzo, 2016

Con todo respeto

Del mismo modo que tenemos familiares, amigos y relacionados en todas las religiones, o en ninguna, también los tenemos en todos los partidos, o en ninguno. Y, en general, nos respetamos. Nos respetamos mucho. En este momento siento la necesidad de reiterar ese respeto a los amigos, familiares y relacionados peledeístas, que lo son de siempre. Muchos de ellos trabajan en instituciones gubernamentales y puedo dar fe de que: 1) no se han enriquecido durante los gobiernos morados; 2) trabajan en sus respectivas áreas técnicas, profesionales o de destrezas; 3) si alguno/a de ellos/as hubiera estado en posición de administrar fondos del Estado, la situación económica y financiera del país sería muy diferente; 4) si se vieran sin esos empleos, incluyendo algunos de dirección, planificación, control o gerencia, no pasarían necesidades; unos ya podrían retirarse, y otros están en perfecta capacidad de trabajar con éxito en cualquier sector, sea público, privado o independiente. Con to

No más indignación

Jamás pensé que las inolvidables sacadas de lengua que Rafaelito Alburquerque se permitió dar a la población durante su vice-reinado pudieran ser superadas, que nadie superaría el tratamiento de tarados que el inefable ex vice presidente se dio el lujo de dispensarnos. Pero me equivoqué. No tomé en cuenta el hecho demostrado de que los peledeístas se superan en todo lo que perjudica, indigna e irrita a quienes los mantenemos. Me ha dejado seca que un muchacho a quien vi nacer y crecer, familiar de trasmano (sobrino de primos míos), nieto de una mujer adorable, hijo de gente de bien, respetados en su pueblo, haya salido con una burla de todo el tamaño diciendo, con su cara muy dura, que los empresarios, los empresarios dominicanos además, pagaban los doce millones de pesos diarios al asesor brasileño para que mantuviera una publicidad engañosa e hiciera el trabajo sucio de las aspiraciones reeleccionistas de Danilo. Ya me había molestado mucho que Roberto (Rodríguez Marchen

El cambio va

Tal como se plantea en un vídeo de los tantos que circulan por las redes, la gente sabe que no es pobre por designio divino, ni por mala suerte, sino porque los gobernantes disponen del patrimonio del Estado y lo manejan como si les perteneciera, como si se tratara de un colmado o una finca que heredaron de su familia. No conformes, nos tratan como si fuéramos sus esclavos y no pierden ocasión de exhibir la vida que se dan a nuestras expensas. No la disfrutan plenamente si no nos la restriegan en la cara. Lejos de sentir vergüenza o siquiera un ápice de culpa, hacen alarde del usufructo de nuestras riquezas. Una cosa es hacer sacrificios para levantar una familia, para dar formación a los hijos, y otra es pasarla tan y tan mal para que nos saquen la lengua dilapidando lo que nos pertenece, mientras nos tiran migajas y siguen haciéndonos promesas para que sigamos produciendo y esperanzados. No hay cuerpo que lo resista. El PLD, durante todos estos años, nos ha tratado como

Otra percepción

Esta es diferente a la que atribuyen a la población el ministro de interior y el jefe de la policía. Las encuestas, la agobiante publicidad y demasiados medios y personas en ejercicio de la comunicación y la opinión, brujos incluidos, vienen descartando sistemáticamente la probabilidad de que Danilo pierda las elecciones. Sin embargo, el contacto con la gente indica otra cosa. Yo no estaba en el país durante la campaña reeleccionista de Hipólito, pero con frecuencia me enteraba de lo que se decía de él en la calle, en los medios de transporte, en las filas de los bancos, donde quiera que se juntaba gente que ni se conocía. Más de un/a amigo/a me manifestó entonces lo mal que se sentían cada vez que escuchaban lo que se atrevían a decir de un hombre a quienes nosotros, mis amigos/as y yo, profesábamos y todavía profesamos respeto, afecto y gratitud. Conste, no estábamos de acuerdo con su proyecto reeleccionista. Terminamos apoyándolo porque preferíamos seguir con él que dar pas