Entradas

Mostrando entradas de abril, 2018

Solución: perjudicarnos

Es alucinante la capacidad morada de solucionar problemas fabricando leyes que perjudican la población, mostrando cada vez con más claridad que el famoso nuevo camino conduce única y directamente al fondo de un abismo. Y es más increíble todavía lo bien entrenados que están los empleados públicos para ejecutar esas acciones con una naturalidad realmente pasmosa, cómo es que tratan a los ciudadanos como mendigos. Sí, porque cada vez que un empleado peledeísta te pregunta que en qué puede ayudarte, que insiste en que quiere ayudarte, te está faltando el respeto. Lo correcto sería en qué puede servirte, insistir en servirte, que para eso le pagas, para eso está ahí. Lo que andas buscando no es ayuda, sino servicio. Uno que llega molesto por el trato del infaltable guardia que reserva los parqueos para todos los que no están y te manda a un parqueo lejano y privado, que debes pagar, o a la calle, inexplicablemente más cara siendo un espacio público, y entonces tener que lidiar con

Experiencia ontológica

Me mudé. Esas dos palabras deberían bastar y sobrar para decir todo lo necesario. Pero no lo dicen. Perdí la cuenta de mis mudanzas. Tampoco recuerdo una como ésta, y miren que me he mudado no solamente de un tipo de vivienda a otro, de una categoría de barrio a otro. No. Me he mudado de la capital a pueblo pequeño, de pueblo pequeño a pueblo mediano, al campo, a pueblo grande y de nuevo a la capital. Me he mudado de país. He regresado. Puedo decir que mudarme ha sido el deporte que he practicado con más consistencia. No tengo gran sentido de la propiedad, no siento esa necesidad de la casa propia como mecanismo de seguridad, mucho menos como argumento para asquerosear a los demás. Vivir en propiedades alquiladas me libera de los bancos y me da la libertad de mudarme cuando me dé la gana. Y cada cierto tiempo, me da la gana de mudarme, aunque no todas mis mudanzas han sido tan voluntarias. En esta ocasión, estaba buscando donde mudarme casi desde el mismo día en que llegué