Pensando en voz alta
Como en todas las ocasiones en que se hace algo de trascendencia, abundan los chismes, los rumores, las intrigas, las difamaciones y demás decires con el propósito de socavar el entusiasmo y el progreso de cualquier cruzada. Viene a mi mente aquella huelga histórica a principios de los 90, en que dos mujeres, Virtudes y Nélsida, paralizaron el país, básicamente por la escasez y consiguiente aumento de los precios del azúcar, la leche, y la gasolina. La maquinaria gubernamental del momento no perdió tiempo en regar que Balaguer les había regalado un apartamento y una yipeta a cada una. A mí misma, me lo dijo alguien que aseguró haber estado presente. Resulta que las conozco a las dos, las conocí después de eso, y no porque me lo dijeran ellas (nunca les toqué el tema), sino que lo vi con mis propios ojos, resulta que ninguna de las dos tenía apartamento del gobierno, ni privado, ni tenía yipeta. Las dos vivían en casas, una en Villa Juana y la otra en Don Bosco. Una andaba ...