Historias de emigrantes 2

Hace como 30 años, "Daisy" tenía un puesto de verduras en un mercado de Santo Domingo. "Cuando lo cuaito valían", entregó casi 30 mil pesos a un ciudadano para que la llevara a una isla del Caribe francés. Llegado el día, la escala del vuelo programada para otra isla francesa no pudo tener lugar por una determinada situación en ese aeropuerto, de modo que la escala tuvo que ser aquí en Antigua. Por el tiempo de espera, los pasajeros tuvieron que bajar del avión y pasar por un proceso migratorio para tener acceso a la sala de espera de los pasajeros en tránsito sin visa. Cuando le llegó el turno a Daisy, que no hablaba nada de inglés, le hicieron una pregunta que, por supuesto, ella no entendió, a la que respondió "yes" y, en vez de pasarla a la sala de espera, le dieron entrada a Antigua. Los demás, que habrían estado de lo más dispuestos a quedarse aqui, (total, lo que querían era salir de RD y ya habían salido), le vocearon que saliera rápido del aeropue...