Carta a Luis Tomás Oviedo
Luis Tomás querido: Muchos podrán tomar tu retirada de esa esclavizante red social que se llama Facebook como acto de soberbia, un gesto más de la consabida intolerancia que han exhibido los peledeístas desde que, por obra y gracia de Joaquín Balaguer, alcanzaron el poder soñado, y eso, que el sueño les quedó corto, cortísimo. No les alcanzó la imaginación para prever lo que significaría el poder en sus manos, en sus vidas. Conozco varias excepciones a la regla del comportamiento morado desde entonces. Sé que queda un par de peledeístas como tú, romántico de la política, comprensivo de ciertas conductas y, aunque negado a ver evidencias, llenos de amor, flexibilidad y tolerancia para los indiscutiblemente bellacos de su partido, estén o no en puestos de poder. No estoy negando ni ocultando los “desasurdos” de los demás partidos, mientras tuvieron el poder y aun fuera del poder, de todos modos parte integral de este sistema tan desagradable que nos rige. Lo que quiero...