Certificado de idoneidad para Leonel
Grupos
de Marcha Verde en Estados Unidos y España contra la impunidad y la corrupción en República Dominicana rechazan la decisión
de la OEA de enviar al ex presidente
Leonel Fernández como observador electoral a México
Se dice que algo o alguien es idóneo cuando tiene
la aptitud, la disposición o la capacidad para un fin determinado. La idoneidad,
tanto física como moral, es un requisito sine qua non para que un individuo
califique para un puesto. En muchas instituciones exigen un certificado de no antecedentes
penales de fecha reciente, cuya emisión, en la República Dominicana, es negada
por una multa de tránsito, y en cambio otorgada a grandes delincuentes,
especialmente los denominados de cuello blanco, aunque dicho cuello pudiera
estar salpicado de sangre o haya cometido delitos de lesa humanidad, de esos que no prescriben, como los delitos
de corrupción.
No regateamos su idoneidad física, pero Leonel
Fernández carece por completo de idoneidad moral para ocupar puesto alguno, y
ni siquiera nos referimos a la eventualidad de su anhelada candidatura
presidencial, para un cuarto mandato en la República Dominicana, sino a un
puesto en la Organización de Estados Americanos, desde el cual observa y avala
elecciones, esta vez las de México.
Leonel Fernández es el presidente de FUNGLODE,
fundación que ha recibido fondos de la corporación Odebrecht, desde hace un
tiempo envuelta en una cadena de escándalos de sobornos a las más altas esferas
de gobiernos, y sobrevaluaciones de obras a nivel continental.
Igualmente, su reputación ha estado en entredicho
debido a las acusaciones que le hizo el narcotraficante Quirino Ernesto Paulino
Castillo, quien cumplió condena
en una prisión estadounidense y que aseguró haber financiado, entre 2002
y 2004, la campaña electoral de Fernández con fondos provenientes del tráfico
de drogas.
Estos
fondos, según el narcotraficante Quirino, fueron entregados a varios compañeros
del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) entre ellos al Senador Félix
Bautista, a quien recientemente los Estados Unidos le retiró el visado, le prohíbe
usar el sistema financiero de los Estados Unidos, país que se reserva el
derecho a congelar los bienes del político en ese país.
Ya antes de eso, había sonado internacionalmente su
participación protagónica en el caso de corrupción y estafa al Estado dominicano por la compra de aviones
Tucano a la empresa brasileña Embraer, subsidiaria de la norteamericana Boeing.
La única razón por la que el ex presidente
Fernández no ha sido juzgado y condenado es que la justicia dominicana se halla
en un estado de secuestro político de parte del Partido de la Liberación
Dominicana que él preside y que dispone del poder absoluto, de todos los
poderes del Estado, prensa ysectores de iglesia incluidos.
Leonel Fernández ha dado muestras de que es parte
integral de la corporación mafiosa
formada por los miembros del comité político de su partido, que se rige por un
pacto de complicidad en términos de una corrupción sin límites ni
consecuencias.
Es larga la lista de funcionarios civiles y militares
de los gobiernos de Leonel Fernández que han sido privados de sus visas
norteamericanas y muchos de ellos tienen asuntos pendientes con la justicia de
los Estados Unidos por delitos comunes que no han enfrentado debido a la
inmunidad, en algunos casos diplomática o parlamentaria, que les garantiza su
partido, todavía en el poder absoluto del Estado dominicano.
Es necesario mencionar el caso de Francis Lorenzo,
Embajador Adjunto de la República Dominicana ante la ONU. Lorenzo, quien
organizaba los eventos internacionales deLeonel Fernández, incluyendo varias
reuniones con John W. Ashe, extinto Presidente de la Asamblea General de la
ONU, que fue acusado y condenado por el Departamento de Justicia en New York junto al Sr. Ashe y otros
políticos corruptos, por convertir la Naciones Unidas en un negocio privado del
cual recibieron millones de dólares en sobornos a cambio de favores a
empresarios internacionales. La fiscalía de New York señaló que el Sr. Lorenzo,
mano derecha de Leonel Fernández, envió los fondos a la República Dominicana, a
compañeros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), entre ellos,
funcionarios del actual gobierno de Danilo Medina.
Existen
pruebas de las múltiples reuniones entre Francis Lorenzo y John W. Ashe con
Leonel Fernández incluyendo reuniones en las Naciones Unidas, reunión en la
isla Fiji en mayo de 2013, seguida por una visita del Sr. Ashe a Funglode en la
República Dominicana en fecha 5 de agosto de 2013. Estos escandalo empañan la
figura de Fernández y lo descalifica como un embajador de la transparencia
política y la democracia que nos ha negado el y su partido.
En una ocasión, siendo presidente de la república,
Fernández llegó a decir que no podía cancelar a los militares comprobadamente
envueltos en tráfico de drogas porque entonces
tumbarían su gobierno.
En realidad, ni Fernández ni ningún funcionario de
su partido han negado con firmeza la corrupción que los ha llevado de sus
orígenes en la pobreza a una opulencia jamás soñada, sino que más bien alardean
de su impunidad, no hay dudas de que disfrutan hasta lo indecible de la
indigencia a la que han sometido al pueblo dominicano, endeudándolo hasta
dentro de varias generaciones, y aparentemente se burlan de la indignación
generalizada y manifestada en las calles de todos los pueblos del país.
Por todo lo anterior y mucho más, creyendo que es
seria la intención de adecentar el ejercicio político en nuestros países,
entendemos que Leonel Fernández carece de idoneidad moral para ser un
Observador Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) y que los partidos que participan en las
elecciones en México deben de cuestionar la decisión de este organismo
internacional al respecto.
En caso de
que, por encima de su absoluta carencia de idoneidad moral, la OEA insista en
enviarlo a México en calidad de Observador Electoral, sepa el pueblo mexicano
que Leonel Fernández no prestará ese servicio en nombre de la República
Dominicana, a la que no representa, sino en su propio nombre y el de la
Organización de Estados Americanos.
Los
dominicanos llevamos dieciocho meses en las calles, vestidos de verde, y en
ellas seguiremos luchando por el fin de la corrupción y la impunidad. De
ninguna manera nos haríamos representar por el hombre que blindó a los
corruptos impunes de su partido, poniéndolos fuera del alcance de la justicia
o, mejor dicho, poniendo la justicia a los pies de dichos corruptos impunes.
De la OEA,
continuar con sus propósitos de dejar a
Leonel Fernández en calidad de observador Electoral en las elecciones de
México, a pesar de que ya le hemos comunicado y
enviado información sobre los escándalos que arropan a Leonel Fernández, corre
el riesgo de perder credibilidad para luchar contra la corrupción. La OEA estará dando un claro mensaje de
encubrimiento y de complicidad con la corrupción impune que está devorando no
solamente nuestro país, sino todo el continente.
Comentarios