Ya (casi) pasó

Dentro de pocos días, este año será historia. Y, como pocos, será difícil de olvidar. Para el mundo en general y para los dominicanos en particular, el año 2020 ha sido de emociones extremas, de una intensidad nunca antes vivida. El año empezó en medio del fragor de una campaña electoral muy peculiar, en la que el desparpajo oficialista desafiaba lo que se esperaba después de un período de tantas protestas. En febrero, ya con la espada de la pandemia sobre la cabeza, las elecciones municipales abortadas. Todo muy primitivo. En marzo, con mascarillas, la repetición de esas elecciones. Casi 4 meses, hasta principios de julio, para las elecciones presidenciales y legislativas, con no poca incertidumbre. Un triunfo arrollador que ni se pudo celebrar a la usanza. Desde ahí hasta el esperado día oficial del cambio, todo fue expectativa. Con sus altas y sus bajas, pasaron los primeros 100 días, que serán 135 cuando termine el año, y todo luce más o menos bajo control. Hay que valorar el...