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Mostrando entradas de abril, 2025

Si seguimos bailando ese compás...

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Ayer domingo 27 de abril, coincidieron y casi chocaron dos manifestaciones, dos grupos de ciudadanos con motivaciones nada afines. Y, para variar, las redes en salsa. Lo único que quedó claro, clarito, como decía un comercial de cuando la mayoría de ustedes no había nacido, es que los dominicanos, a pesar de las tantas y tan duras pruebas por las que hemos pasado, no hemos aprendido a disentir. Por el contrario, hemos sido muy meticulosos en la perfección de la práctica de insultar, desacreditar y descalificar. No tienen idea de lo que se siente a mi edad, ya en la curva final de la vida, al ver pisoteados nuestros esfuerzos, en diferentes momentos de la vida nacional, con el único fin de mejorar la vida de todos y cada uno de los dominicanos. Del mismo modo en que nunca esperamos el más mínimo reconocimiento, tampoco esperamos (ni merecemos) la andanada de faltas de respeto porque no pensamos igual. No los culpamos. Nuestros gobiernos, uno tras otro, incluyendo gobiernos beneficiarios...

El Vergel desde 1965

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El día que estalló la revolución, yo vivía en lo que es hoy la calle El Vergel # 2, entonces monte y culebra. Mi casa era la única habitada. Había otras en construcción y el acceso era un trillo de caliche desde lo que ya hace tiempo se convirtió en Avenida Tiradentes y calle José Andrés Aybar Castellanos. Tenía 13 años "entrao" en 14. Una bicicleta y un perro. Con ellos me la pasaba recorriendo otro trillo de caliche, que hoy es la Avenida 27 de febrero, pero entonces era la abandonada pista de aterrizaje del Aeropuerto General Andrews. Donde años después se construyó el Parque Olímpico, había un barrio con 599 familias en extrema pobreza. En fin, nada qué ver con el concepto de una ciudad. Solo llevábamos dos meses y medio viviendo en la casa propia. Y precisamente esa tarde del 24 de abril, mi papá, mi hermano, mi abuela y mi tía se habían ido de fin de semana a Puerto Rico. Solo estábamos mi mamá, la empleada y yo en casa. Sin luz, sin agua, sin teléfono, sin más vecinos ...

Semana Santa en Antigua

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  Cuando llegué a Antigua en febrero de 2021, mientras hacía cuarentena, conocí a un matrimonio cubano que vivía enfrente, bastante más jóvenes que yo los dos. La conexión fue fácil y rápida. Jorge y Kenia adquirieron rápidamente categoría de hijos para mí. De hecho, me cuidaban como si yo fuera su madre. Me hacían mucha falta, así que no lo pensé demasiado y armé el viaje a verlos, a pasar unos días con ellos, aprovechando el feriado. (Por ellos, que trabajan: mis días son feriados todos.) El presidente de la Fundación Joaquín Balaguer, mi querido amigo Joaquín Ricardo, me regaló seis ejemplares de la Guía Emocional de la Ciudad Romántica en inglés, edición de lujo, que obsequié, cuando fui a saludar o fueron ellos a visitarme, a: la dueña del local del consulado; la entonces jefa de Protocolo de la Cancillería (ahora en un puesto más alto); la jefa de Migración; el entonces Secretario Permanente de la Cancillería (ahora jubilado). Una alta funcionaria del Ministerio de Tran...

A los incumbentes y aspirantes

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No necesitamos ni media prueba más de que los dominicanos, para ustedes, nos dividimos en dos: los que disponen de capital – de todos los orígenes - para aportar a las campañas electorales, y los que nos levantamos y hacemos filas para votar. Dado que los que “invierten” en sus campañas son muchísimo menos en número que la masa votante, me pregunto qué harán ustedes con los millones que colectan, no solo de esos inversionistas de la política, sino de nuestros bolsillos a través de la JCE, si por estricta displicencia, por haraganería, por negligencia, por irresponsabilidad, y demás motivos – algunos nada santos – nos descuidan al extremo de mantenerse indiferentes ante los tantos riesgos en los que vivimos. Ya que aparentemente no les importa más nada, piensen que cada vez que muere un votante es, efectivamente, un voto menos. La gente se muere, claro, pero ya son demasiados los muertos por accidentes de obras, tanto públicas como privadas. Demasiados organismos de supervisión, m...