No todos son locos
Ni sinvergüenzas. Ni narcisistas, ni manipuladores. Los hay retorcidísimos, perversos en diferentes grados. Los hay encubridores de los más variados complejos. Muchos, en denodados esfuerzos por encubrir su verdadera sexualidad. Todo está en masculino, como mandan las reglas de nuestro idioma para referirnos a los dos sexos, no porque se trate exclusivamente de los varones. Tampoco me estoy refiriendo exclusivamente a las relaciones de pareja. De hecho, en las relaciones de pareja no se dan muchas de las situaciones que se viven en el ejercicio de la amistad. Y lo de las relaciones familiares es capítulo aparte. De todos modos, la amistad es la relación que mejor allana el camino al ejercicio de todas las “virtudes” arriba mencionadas. En la amistad no hay vínculos de sangre ni esa atracción fatal que amarra a las personas en relaciones enfermizas. Se da por hecho que la amistad es la relación más espontánea, más desinteresada. La amistad es otro nivel – más bajo – de i...