Rumor en dos versiones

Anda circulando un rumor fuerte de que, este martes, Hugo Beras, candidato a alcalde del DN por el PRD, hará pública su declinación y expresará su apoyo a la candidatura de Carolina Mejía a la misma posición, pero por el PRM.

Visto así, debería animar mucho lo que ese gesto pudiera sumar en votos. Sin embargo, el rumor viene acompañado de dos "motivaciones".

Una, que se trata de un compromiso de intercambio de votos mediante el cual el PRD apoyaría al PRM para la alcaldía y el PRM apoyaría a Rafael Paz, del PLD, para senador del DN, lo que redundaría en quitar una buena parte de los votos a Faride Raful, de manos de la mismísima secretaria general de su propio partido.

Otra, lo mismo, pero en vez de apoyar a Paz para el Senado, sería apoyar a David para la presidencia, en cuyo caso el afectado sería Luis Abinader, candidato presidencial del partido del que Carolina es secretaria general.

En otras palabras, están pintando a una Carolina muy diferente a la que está llamada a ser y es, primero como miembro de la familia a la que pertenece, y luego como alta dirigente de un partido mayoritario. 

Quienes generaron el rumor y le dieron las dos vertientes, están descalificándola, haciendo campaña sucia contra ella y, de paso, contra su padre, como si ellos fueran vulgares mercaderes de la política, personas sin principios, de ésos que, aun sin necesidad, se prestan a todo por estricta bellaquería.

Hay sectores, tanto políticos como empresariales, tan y tan urgidos de garantías de impunidad, que ya no saben qué más inventar. Nadie en su sano juicio se va a jugar su - más o menos incipiente, pero promisoria - vida política, por un acto de tan alta traición, tan sucio. No, eso no es verdad. 

Pero, falta muy poco para el martes. Como dice un amigo, "aguardemos". La verdad se decanta sola.

Y, que conste, que en estas elecciones, como habrán notado, no estoy haciéndole campaña a nadie, ni espero absoutamente nada en lo personal ni en lo profesional, que no sea sacar el PLD del poder. Pero de manera real, no bailando su música para que parezca que no están, pero sigan mandando por lo bajo o, cuando menos, vivan tranquilos sin temor a ser castigados por sus actos. Eso sería inaceptable. No lo merece. Ni nosotros merecemos ser engañados de nuevo.

Entonces, vamos a confiar en que todo eso es parte de las habituales bolas que ponen a correr para desanimar a los votantes. Feliz domingo.

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