Al diputado Wessin Chávez
No sé cuántos períodos lleva en
su curul. Ni cuánto tiempo hace que dirige un partido menos que minoritario.
Tengo entendido que, no conforme, también pastorea una iglesia no católica que,
con toda certeza, se mantiene del diezmo y, por supuesto, alguna asignación de
fondos estatales.
No recuerdo que el diputado
Wessin haya estado jamás del lado del menor interés del pueblo que le paga, le
mantiene el partidito y con seguridad coopera con su iglesia.
De legisladores así está lleno el
Congreso. Se la pasan sometiendo proyectos de ley intrascendentes: que si el
nombre de una calle en un municipio, que si un reconocimiento a una figura
pública, nada que mejore la vida de los contribuyentes, esos que, repito, los
mantienen en una opulencia fuera de toda sensatez.
Y ahora sale este genio con la “brillante”
propuesta de prohibir las mezquitas en nuestro país.
No estoy defendiendo las
mezquitas, que tampoco son de interés ni aportan nada en nuestra sociedad. De
ahí a prohibirlas por ley, el paso el largo.
Tampoco estoy defendiendo el
islam. Ni ninguna otra creencia ni práctica religiosa. Las religiones son
nocivas, todas. Idiotizan a la gente, hacen que la gente soporte todas las
injusticias del sistema creyendo una vida eterna en gozo total, de lo cual no
hay la más mínima referencia.
Creo que la intención del
diputado es eliminar una competencia que todavía es chiquita, al menos por
estos predios. Debe saber mejor que yo que, si el islam coge fuerza en nuestro
país, hará un profundo e irrecuperable hoyo a los evangélicos.
Por otro lado, la Sharía o Ley Islámica
es todo un estilo de vida, un sistema de justicia civil, de derecho criminal,
un código de conduta que rige todos los aspectos de la vida de sus creyentes.
En nuestro país, tenemos un
número abrumador de delincuentes a quienes haría bien – y de paso serviría de
ejemplo a los demás – ser objeto de algunos de los castigos que aplica la
Sharía a quienes violan sus leyes. ¿Qué son medievales - renacentistas, en
realidad - salvajes, prohibidos o mal vistos por tribunales internacionales de
derechos humanos? La conducta de esos delincuentes también. Y esos mismos
tribunales, ¿qué han resuelto en el mundo? ¡Nada!
Pero fuera del aspecto religioso,
francamente, en nuestro país hay muchas leyes por reformar, muchos problemas
qué resolver, que requieren legislación.
Es innegable que nuestros
legisladores no valen lo que nos cuestan. No olvidemos que pusieron a los
sacerdotes y pastores, protagonistas de tantos delitos y escándalos - fuera del
alcance de la ley. Inmunidad clerical.
A todos, incluyéndolo a usted,
diputado Wessin: busquen notoriedad con asuntos de interés real. ¿Qué daño hace
al pueblo dominicano que instalen o construyan una mezquita en cada esquina? ¿En
qué mejora la vida de los dominicanos que prohíban y destruyan las mezquitas?
De hecho, eso viola el precepto de la libertad de credo.
Y, tranquilo, que ni la
poderosísima iglesia católica ha podido frenar la alucinante proliferación de
iglesias evangélicas, así que no creo que el islam sea una amenaza para la
suya.
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