Reelección o cambio

Este 15 de mayo expresaremos, mediante el voto, la voluntad de la mayoría. Vamos a decidir si queremos la reelección o el cambio. No hay terceras opciones. Por supuesto, para hacer la elección hay que dirigirse a los colegios electorales y votar. Para no dejar nada al azar, también debemos llevar a votar a nuestros allegados que tengan alguna dificultad para dirigirse a sus respectivos colegios electorales.

Está claro que quienes desean seguir bajo el yugo morado, morado votarán. Quienes queremos el cambio debemos tener bien claro que la única probabilidad de lograrlo es votar por Luis. Abstenerse es apoyar la reelección, no el cambio. Votar por otro candidato es dispersar el voto, por lo tanto, favorecer la reelección, no el cambio.

Ya hemos vivido suficientes reelecciones como para saber de qué estamos hablando. Ya hemos vivido suficientes gobiernos morados como para saber las que nos esperan si consiguen permanecer en el poder.

El momento no está para ponernos "picky" (exigentes, criticones, quisquillosos, tiquismiquis). Tenemos a Luis para cambiar y con él cambiaremos.

No quiero hablar de los demás candidatos presidenciales, de unos por amistad, de otros por enemistad, y de otros porque ni sé quiénes son. Pero de Guillermo, me atrevo a opinar. El aguanta críticas, al menos las mías.

Empecemos porque, si bien es cierto que está en tercer lugar, ese tercer lugar es lejano, por lo tanto sus posibilidades son remotas. Guillermo es un hombre probo, íntegro, pero así mismo puede ser de conflictivo y hacerle la vida imposible a cualquiera. Es litigante por naturaleza y de profesión.

Ya ven, no se alió con Luis porque exigía que la alianza se hiciera sobre una base programática. ¿Ha visto alguien el programa de Guillermo? ¿Ha hecho Guillermo alguna propuesta diferente, novedosa, fuera de serie? No. Sin embargo, ha cautivado el voto purista. Votarán por él sólo para alardear de haber votado por un candidato serio, que lo es, sin duda. 

Peeeeroooo, si por la dispersión de esos votos, Luis no gana y Danilo se queda, pagaremos con sangre, sudor y lágrimas ese purismo, puritanismo más bien.

En esta ocasión, nos estamos jugando la cabeza. Si el PLD se mantiene en el poder, no estamos hablando de cuatro años más, es que no se van a apear de ahí nunca más. Y si creemos que sabemos quiénes son y para lo que dan, nos quedaremos con la boca bien abierta, nos llevaremos tremenda sorpresa, de las más desagradables, cuando destapen por completo "las que nos tienen guardadas" en caso de que ganaran las elecciones.

No podemos darnos ese lujo. No tendremos resistencia. Nuestra vida empeorará drásticamente en todos los aspectos. Todos los que tenemos más de 55 años nacimos en una dictadura. No merecemos morir en otra. No es eso lo que queremos, ni para nosotros ni para nuestros descendientes.

Hasta para un país desarrollado, Luis es un candidato idóneo. Un muchacho bien criado, sin resentimientos sociales, sin cucharas atrasadas, profesional, empresario exitoso, de matrimonio estable, de buenos modales. ¿Que tiene defectos? ¡Claro! ¿Que debía ser más ofensivo en sus expresiones? ¡Eso no se estila en las familias de educación esmerada!

Ahora díganme si eso tiene algún punto de comparación con la perruá morada. Díganme si por esas imperfecciones - por así llamar los detalles que no llenan las expectativas de ciertos votantes con estándares a una altura nunca antes vista - se debe o se puede cerrar el paso al cambio y abrir la compuerta a la reelección.

No olviden quienes se decidan por Danilo que, de todos los engaños de todos los peledeístas, los de Danilo se llevan, por mucho, las palmas. No olviden cómo se manejó la reforma constitucional, no solamente sin referendo, sino a cambio de la reelección de los legisladores y el financiamiento de esas reelecciones, la de Danilo y la de los legisladores, por supuesto, con nuestro dinero, pero no el dinero que nos sobraba, ni el que teníamos guardado para alguna eventualidad, sino el que, gracias a ellos, debemos y que hasta nuestros biznietos tendrán que pagar.

No olviden nada de lo que han hecho al país los peledeístas, que ha sido todo muy grave y puede empeorar. Son de mal fondo. Malos porque sí.

Cada día está más cerca el 15 de mayo. Vamos a elegir: ¿reelección o cambio? Está en nuestras manos.


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