Carnada

Por ahí anda circulando una ilustración de un hombre blanco utilizando un bebé negro como carnada para atrapar un cocodrilo. Dice que así lo hacían en la Florida, por lo que no estamos hablando del paleolítico, sino de historia relativamente reciente.

No puedo expresar el impacto que me causó esa imagen, ni los pensamientos que se han derivado de ese impacto. Que un ser humano piense y actúe como si otro humano no lo fuera, solamente porque es negro y, por supuesto, menos que pobre, esclavo, al extremo de ser arrebatado del seno materno para que un cocodrilo se lo coma, solo por el placer de atraparlo, no tiene calificativo. El concepto de crueldad no alcanza para definir esa conducta.

Eso no es un hecho aislado. La historia mundial está llena de capítulos por ese estilo. Y sigue produciendo hechos de esa misma naturaleza. Los humanos somos los únicos seres vivos que no nos conformamos con disponer de los reinos mineral, vegetal y animal para satisfacer nuestras necesidades. También hemos querido disponer, desde siempre, de nuestros congéneres, para satisfacer lo que no necesitamos, nuestras ambiciones, principalmente de poder.

Los acontecimientos de la historia de la humanidad están basados en el odio. Las conquistas, las guerras, los "cambios" políticos, la devoción religiósa, todo está fundamentado en el desprecio de unos seres (in)humanos esclavizando, vendiendo, torturando, violando, hundiendo en la pobreza, descalificando, matando, haciendo daño en cualquier forma a otros seres humanos.

Mi ignorancia no me permite ubicar el momento en que todo esto empezó, pero de lo poco que recuerdo de las clases de historia en la escuela y en la universidad, parecería que nunca ha sido diferente. Tampoco alcanzo a ver cuándo podrá terminar esta destrucción de humanos por (in)humanos. Solo sé que no hay una sola razón que justifique el reino del odio por los siglos de los siglos. 

Y aquí lo dejo, hasta que tenga otro chin de fuerzas para seguir con el tema. Pretendo empatarlo con nuestra vida actual.



Comentarios

Danilda ha dicho que…
Lamentable, pero cierto. Pobre humanidad

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