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Mostrando entradas de 2020

Ya (casi) pasó

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Dentro de pocos días, este año será historia. Y, como pocos, será difícil de olvidar. Para el mundo en general y para los dominicanos en particular, el año 2020 ha sido de emociones extremas, de una intensidad nunca antes vivida. El año empezó en medio del fragor de una campaña electoral muy peculiar, en la que el desparpajo oficialista desafiaba lo que se esperaba después de un período de tantas protestas. En febrero, ya con la espada de la pandemia sobre la cabeza, las elecciones municipales abortadas. Todo muy primitivo. En marzo, con mascarillas, la repetición de esas elecciones. Casi 4 meses, hasta principios de julio, para las elecciones presidenciales y legislativas, con no poca incertidumbre. Un triunfo arrollador que ni se pudo celebrar a la usanza. Desde ahí hasta el esperado día oficial del cambio, todo fue expectativa. Con sus altas y sus bajas, pasaron los primeros 100 días, que serán 135 cuando termine el año, y todo luce más o menos bajo control. Hay que valorar el

“Que en él se insuelva”

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Desde muy pequeña, estoy oyendo resaltar la importancia de tener animales domésticos para que, cuando nos desean mal o nos hacen brujería, el efecto le caiga al inocente animalito que, cuando enferma, se accidenta o muere, es sentenciado con esas palabras: que en él se insuelva. A estas alturas de mi vida, ni siquiera estoy segura de que el verbo insolver exista en nuestro idioma, mucho menos de su significado real. Como nunca me ha importado mucho que me deseen mal, y menos que me echen brujerías, no me he visto en la necesidad de pronunciar esas palabras tan duras para quien nos cuida, nos acompaña y nos divierte, justo cuando están sufriendo o muriendo. Sin embargo, recuerdo algunos momentos de mi vida en los que, sintiendo una gran alegría, viviendo algún logro, alcanzando una meta, celebrando un triunfo, ha llegado lo que llamo el precio. Y ese precio, cada vez, ha sido la pérdida de una mascota muy querida. Por solo dar un ejemplo, en los días que mi hija iba a graduarse

Me ocurrió ayer

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Llamé al Grupo Odontológico Dra. Alevante (GODA) a preguntar si podía pasar a hacerme una radiografía panorámica. Que sí. Llegué en 20 minutos. La recepcionista me pregunta si tengo seguro.  Le digo que voy a pagar como privada porque ya había estado ahí antes y fue muy larga la espera por la autorización del seguro. Eran casi las 10 y tenía cita a las 11 con la dentista. Sale una mujer uniformada y me pregunta que si es una panorámica normal o 3D. Le digo que normal. La veo dando vueltas, entrando y saliendo y yo parada ahí sin saber exactamente qué estaba esperando. Entonces, aparece un hombre bastante pequeño y me dice que los técnicos no han llegado. Pregunto por qué no me dijeron eso cuando llamé, el hombrecito no tiene respuesta y me indica otro lugar, casi tres cuadras más lejos, donde puedo hacérmela. Insisto en que no le estoy pidiendo orientación que quiero saber por qué no me dijeron eso cuando llamé. El tipo sale del lugar pasando por delante de mí y vocea alegremente: &quo

Declaración jurada

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Por fortuna, no he sido nombrada en un cargo del nuevo gobierno. Si tuviera que presentar una declaración jurada, y más después de haber visto las que han sido publicadas, no puedo siquiera imaginar cómo me sentiría, probablemente muy extraña. No califico para pobre, no encajo en la definición. Pero tampoco encajo en el criterio de ese formulario oficial, donde solo caben cifras que representan dinero. Me bastaría un solo cuadrito para escribir RD$2,000.00, mi “capital suscrito y pagado”, que es el monto mínimo exigido por el banco. En rojo, podría incluir deudas sin honrar y necesidades sin cubrir. En ningún cuadrito de ésos cabe declarar – por tanto, no es del interés de la Cámara de Cuentas ni de la ley que obliga a presentar la declaración – que tengo una hija, tres perritos, dos gatos, no sé cuántos tarros sembrados de matas de hojas, flores, frutas y verduras; muebles y electrodomésticos de los cuales una gran parte requiere de reparación a fondo y el resto está de botarse; e

"No tenemos miedo"

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  Me encanta que no tengan miedo. Y, sin intención desanimarlos, no tener miedo ahora es bastante fácil, y más de la forma en que ejercen su coraje. Pertenezco a una generación que no tuvo miedo cuando podía costar la vida, como de hecho costó a no pocos contemporáneos. Ahí están sus viudas, sus huérfanos y algunos de sus padres. No hay que contarles nada. Tiempo han tenido de ilustrarse, pero han preferido cultivar odio en la ignorancia, para descalificar, sin miedo, a personas que ni siquiera les importa ser descalificadas y menos por ustedes. Es muy diferente a no tener miedo, como no lo tuvimos nosotros, a un pelotón policial o un contingente militar, o los dos juntos, acorralando adultos jóvenes en protestas, ahogándolos a bombazos, golpeándolos a macanazos y latigazos, torturándolos, fabricándoles expedientes falsos para encarcelarlos, desapareciéndolos y hasta matándolos en la vía pública. No tuvimos miedo de gente armada y con poder irracional, esconder perseguidos por

Los agotadores mecánicos

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  Hace unos años, más que harta, no solo del chorro de dinero, sino de los malos ratos y del irrecuperable tiempo perdido por los inefables mecánicos, nos deshicimos de nuestros dos carros viejos y, con mucho esfuerzo y sacrificios, compramos un carrito cero kilómetros, que no diera carpeta y que tuviera garantía. En realidad, el carrito ha dado poca carpeta. Pero hace un ruido relacionado con el aire acondicionado. En la casa nos dijeron que ese aire no era de fábrica y que la garantía del suplidor ya había expirado. Nos dijeron que había que cambiar una correa y un rodamiento que ellos no tenían y nos remitieron a un taller que ellos mismos tienen, al que me dirigí, pero no acepté el diagnóstico completamente diferente, que no era correa y rodamiento, sino el compresor, lo cual me provocó dudas y suspicacia, no hablemos del espanto que me causó el precio. Ya casi le toca el mantenimiento de nuevo y queríamos llevar ese problema resuelto, así que decidí llevarlo al que fuera el

Esclavos de las pasiones

En eso nos hemos convertido. Somos esclavos de nuestras pasiones, principalmente de nuestras pasiones desordenadas, esas que no solo comprometen nuestros afectos y deseos, sino todos los aspectos de nuestra vida diaria. Cuando empezaron las marchas verdes, en 2017, pensé que de sus entrañas se prepararían candidatos para los cargos de los poderes del Estado a ser elegidos este año. Sin embargo, ya había una decisión tomada de apoyar al PRM y a los partidos que se aliaran, dado que “Luis Abinader es el que está más adelantado para llegar al poder”. Siempre se puso en primera fila la perentoriedad de salir del PLD. Y así se impuso la moción que finalmente triunfó. Los aguafiestas de diferentes flancos pretenden minimizar el logro diciendo que no fue que el PRM y aliados ganaron, sino que el PLD y aliados perdieron. Entre las alegadas causas de la derrota morada, hay quienes se la atribuyen a los Estados Unidos, es decir, al imperio, en razón de sus múltiples intereses en nuestro país

Una experiencia diferente

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Hoy salí de nuevo. Dejé el carro en el taller, me fui a un centro comercial a hacer varias diligencias, regresé al taller a la hora que me dijeron que podía buscar el carro y, por supuesto, no estaba listo. Ese taller, que lo recordaba inmenso, se ha reducido a un espacio muy pequeño, de manera que aquel tremendo salón de espera que tenía ahora es un rinconcito con dos butacas más los escritorios de sus tres empleados administrativos. Alcancé a ver, en la acera de enfrente, la sombra de un laurel inmenso y crucé. Ahí me paré a dar una fumadita, guardando la distancia de un hombre más bien joven y amable que me prestó una silla. Recordé que en la mañana había visto ahí mismo un puesto de venta de verduras y vegetales en un carrito que ya en la tarde estaba vacío y cerrado con un candadito. Este señor, el de la tarde, estaba instalando algo que yo no alcanzaba a adivinar qué podría ser. Andaba con un niño que evidentemente nadie conocía, porque todos le preguntaban de quién era y

No a la caridad

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Ayer tarde, mientras esperaba mi turno para una consulta médica, se sentó cerca de mí una señora y, muy cortésmente, me preguntó si yo le permitía entrar un instante al consultorio cuando saliera la paciente que estaba dentro, que sería muy breve, y me contó que esa doctora le daba una ayuda periódica para su niña de cinco años que padecía de cáncer, la habían operado y le estaban dando quimioterapia. Me dijo que la niña estaba interna en el Oncológico Heriberto Pieter, que la quimioterapia costaba algo más de 100 mil pesos cada vez, que el papá de la niña las había abandonado desde que le detectaron la enfermedad y que ya ella había recaudado 40 mil pesos, pero evidentemente, le faltaba bstante para los más de 100 mil.  Me mostró un bono como el que aparece más abajo. Le dije que no podía darle 500 pesos, de hecho, solo podía desprenderme de $80, y se los di, pero le prometí tocar la puerta de una voluntaria del Oncológico que conozco, a ver si la incluía en el renglón de las donacion

Recordando a don Radhamés

Con este soneto de Abelardo Vicioso, que le encantaba. Soneto 3 Tú eras toda la fiesta. Eras la brisa que se llevaba la melancolía lejos del alma. Eras la alegría la flauta, el vino, el pan y la sonrisa. * La noche alzaba su burlona risa cerca del mar donde naufraga el día, pero en su corazón amanecía bajo la tierna luz de tu sonrisa. * Lago donde la vida con sus ríos se vierte entera, el mundo estaba en ti mostrando sus más bellos señoríos. * Tú eras la fuerza que jamás sentí, el sostén de mis dulces desvaríos. Tú eras toda la fiesta para mí.

Somos así, religiosos

Si en 59 años no hemos superado el trujillismo, mucho menos se puede pensar en que se erradicado el balaguerismo en 24. No me refiero a ninguna simpatía política, sino a una conducta, a una actitud, a una relación gobernantes-gobernados escandalosamente tóxica. Desde “Dios y Trujillo”, pasando por “lo que diga Balaguer, eso es lo que va”, hasta nuestros días, hemos endiosado a los gobernantes de una manera asquerosa, que nos ha sumido en una miseria material y moral prácticamente insalvable. La palabra del momento es “cambio”. Cambiaremos de representantes ante dos poderes del Estado, el ejecutivo y el legislativo. Es mucho lo que se ha oído y leído sobre el eufemismo, siempre queriendo decir que el cambio será de caras, ya que el sistema seguirá siendo el mismo. Y es verdad. El nuevo gobierno será de transición. Para que, más adelante, logremos el urgente cambio radical, muchos estamos de acuerdo en que, tan pronto asuman los candidatos ganadores, debemos empezar a preparar lo

Un largo y ardiente verano

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No, no se trata de aquella película de 1958, con Paul Newman y Joanne Woodward. Ni de aquella serie de televisión en 1966, inmediatamente después de La Caldera del Diablo. Se trata del verano boreal de 2020, en todo el mundo y particularmente en la República Dominicana. Desde el mismo invierno, vivimos con una espada sobre la cabeza. En eso también hemos pasado toda la primavera. Y en unos días, entraremos formalmente al verano que, efectivamente, pinta largo y ardiente. En nuestro país, todo es muy peculiar. No se podía esperar que fuera diferente en esta ocasión. Lo que ha sido es mucho peor que en gran parte del resto del mundo. Si ha sido grande el derroche de inconsciencia de nosotros, los ciudadanos, la desnudez de nuestros representantes en los poderes del Estado no tiene calificativo. Ya no es que roban y nos endeudan porque son ladrones, ni que conculcan nuestros derechos porque son de mal fondo. Ni siquiera es que se han aferrado al poder como si en él les fuera la v

A todos mis relacionados

Por estar día y noche en las redes, y porque recibo directamente muchas preguntas al respecto, me doy cuenta de que, a pesar de que el voto preferencial existe desde 2002, todavía hay votantes que no tienen muy clara la forma de ejercer el sufragio. Por eso, y con la única intención de que no se pierdan los votos, dedico un tiempito a repasar el método. Para elegir un candidato a la presidencia y su acompañante a la vicepresidencia, no hay dificultad. Estoy recomendando mucho que voten por el candidato de su preferencia marcando un partido pequeño, para que crezca, para que se fortalezca, para que tenga representación en los poderes del Estado y para que su aporte en votos al partido mayoritario aliado sea valioso, digno de ser tomado en cuenta. Por ejemplo, yo votaré por Luis Abinader y Raquel Peña en la casilla 16 del PRSD, « el partido del toro », que fundó Hatuey Decamps y que hoy preside su hijo Luis Miguel, cuya madre es Cecilia García. Además, fui fundadora y dirig

Robado, para compartir y distribuir

El texto que sigue fue publicado en el muro de Rafael Méndez en Facebook. No se podía compartir (eso me da un pique...), así que se lo robé, lo publiqué en mi muro, y ahora lo copio por aquí para poder publicarlo en Twitter y regarlo por Whatsapp. Con el autor, no habrá problemas. No tiene copyright. Cuatro fardos pesados sobre el PLD. Por Manuel Salazar Hacia el 5 de julio, el PLD arrastra cuatro fardos muy pesados que, faltando poco más de 30 días para las elecciones, es casi imposible que pueda superarlos, desembarazarse de los mismos. 1.- Perdió el encanto en la clase media. Por los escándalos de corrupción, principalmente, dejó de ser el proyecto de sociedad para ese sector, que siempre ha sido determinante para poner y quitar gobiernos; 2.- Se ha dividido, y una división siempre ha llevado a la derrota a cualquier partido en el país. Sufrió una división en la que poco importa cuántos quedaron de lado y lado; sino que, de una parte, quedó una de sus dos cabezas, la de Le

Más fuertes que el odio

En nuestro país, todo es muy peculiar. El aborto de las elecciones municipales de febrero pasado causó que saliéramos a votar, un mes más tarde, con un aviso de pandemia. Dos o tres días después, entramos en cuarentena. De repente, se paralizó la vida. Caímos en un estado de incertidumbre del que, a esta fecha, no hemos salido. Todos los días son iguales. La Semana Santa pasó por debajo de la mesa. El fin de semana largo del Día del Trabajo ni se sintió. Las cosas se alborotaron cuando, en abril, tomaron posesión las autoridades municipales que ganaron las elecciones de marzo y, en los lugares donde el partido de gobierno perdió, esas nuevas autoridades fueron objeto de las más agresivas bienvenidas. Hubo de todo, incluyendo una increíble escena de realismo mágico en Puerto Plata, a nivel de un peregrino y la tanta gente que salió de su casa a seguirlo creyendo que iban a repartir alimentos. En el Gran Santo Domingo, respiramos un humo tan molesto como dañino que, misteriosam

Buscando cinco patas al gato

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Los gatos son cuadrúpedos, lo que significa que solo tienen cuatro patas, y una cola, por cierto, difícil de pisar. Sin embargo, somos muchos los que no perdemos ocasi ó n de buscarles la quinta pata, aunque nunca nadie haya podido encontrarla, ni siquiera en su imaginación. No sé si es por lo tarde – probablemente cansada - que llega la luz del sol al mundo occidental, Europa incluida, que nos ponemos tan pesimistas y trasmitimos tanto desaliento a nuestros pares a la hora de tomar decisiones que nos afectan a todos por igual. Para las elecciones legislativas de 1973, y las presidenciales de 1974 en Francia, que en segunda vuelta, ganó Giscard d’Estaing, yo estudiaba en el Centro Regional Universitario de Reims, una ciudad relativamente pequeña, rica en historia y en champán, al nordeste de París. Eso quiere decir que pasé las dos temporadas electorales rodeada de muchísimos adultos jóvenes, no solamente de esa ciudad, sino de todos los pueblos y campos aledaños, y los pocos a

Que no cunda el pánico

Estamos a menos de dos meses de materializar un logro de vital importancia para todos: sacar el PLD de los poderes del Estado. De hecho, ya lo sacamos del poder municipal. En julio, lo sacaremos del poder ejecutivo y del poder legislativo. En cierta medida, esto repercutirá en el poder judicial. Los dominicanos somos muy peculiares. Sin embargo, como quedó demostrado durante los dos años de marchas verdes, cuando nos proponemos algo, lo hacemos, lo conseguimos a como dé lugar. Somos resistentes. Somos más fuertes que el odio. A puro golpe, vamos recuperando nuestro espíritu de colectividad, al menos para enfrentar los males que nos afectan. En este momento, la agenda común, por encima de nuestras disparidades de criterio, es deshacernos de la plaga morada, como sea. Todo tiene un precio, y lo estamos pagando. Y, para que nos salga más caro, por lo tanto, para que lo valoremos más, nos llega esta pandemia en pleno fragor de una campaña electoral. Ya demostramos que, por encima