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Mostrando entradas de enero, 2012

Nicolás y Margarita

Los cuentos de la iglesia católica no se acaban. Tampoco los del cardenal. Una de las mayores inconsistencias de la iglesia es la obligación de recibir los sacramentos, y negarlos a su sola discreción. Hace unos años, en bautizo de campo, quedé “putrefacta” cuando vi con mis ojos y escuché con mis oídos que el párroco no bautizaría a los niños ni a las niñas que no aparecieran con el apellido de sus papás en las actas de nacimiento, es decir, no reconocidos, aunque vivieran con ellos. Si el bautizo es el acta de nacimiento de la iglesia, que durante años fue tan oficial como la verdaderamente oficial, al extremo de que era obligatorio presentar la fe de bautismo para inscribirse en casi todas las escuelas, y lo único que cuenta al momento del agua y la sal es el nombre “de pila”, ¿por qué tiene la iglesia que meterse en ese asunto tan fuera de su órbita? Así, niega la comunión a quienes no se confiesan, o sea, a quienes no cuentan a un cura sus más íntimas intimidades (¡qué situa

Sexo a la fuerza

Sin el menor resquicio de duda, la función del sexo en la vida de los humanos es producir placer. Claro, si nos descuidamos, también nos reproduce - y a muchos les encanta reproducirse. Pero, diferente a otras especies, nosotros no tenemos sexo únicamente para esos fines, sino cada vez que queremos y que podemos, básicamente para gratificar y gratificarnos. Resulta que la sociedad - esa misma sociedad que no acepta, sino que discrimina y condena brutalmente a los hombres y a las mujeres que cobran por los servicios sexuales y también a aquéllos que, sin cobrar nada, en algunos casos compartiendo los gastos y a veces hasta pagando, prefieren una vida sexual alternativa – permanece en un silencio espantoso ante quienes ejercen el sexo a la fuerza, los violadores, los abusadores. Y lo dejo así, en masculino, porque los hombres constituyen una abrumadora mayoría en la comisión de ese delito. La pregunta del millón es: ¿qué placer puede sentir quien obliga a otra persona, de la edad que

La asamblea del PRSD

Este domingo 29 tendrá lugar la asamblea del Partido Revolucionario Social Demócrata en la que se determinará qué candidato apoyará en las elecciones de mayo. Debidamente inscrita poco después de su fundación (fui su candidata a diputada en 2006 y a regidora en 2010), allí estaré, militantemente. Espero, desde el fondo de mi corazón, que ese candidato sea Hipólito Mejía. Sí, porque perderme a mí no significa nada. No represento capital político. Mi amistad con Hatuey está a prueba de eso y mucho más. Son demasiados años de cariño y, sobre todo, de respeto. Pero de ninguna manera permaneceré inscrita en un partido que apoye al candidato morado. No creo que esto llegue a ocurrir. Mayormente, el padrón del PRSD se compone de los perredeístas que siguieron a Hatuey. Si bien es cierto que el PRSD no apoyó al PLD en 2004, la posición de Hatuey frente a la reelección de Hipólito fue determinante para el triunfo electoral de Leonel. No ha quedado el menor resquicio de duda de que se trat

Basta y sobra

Disiento de quienes alegan que el hartazgo que tenemos los dominicanos y las dominicanas del régimen morado no es suficiente para que Hipólito gane las elecciones. Creo firmemente que basta y sobra. Y el PLD lo sabe. Sólo eso explica que la campaña de Leonel, Danilo, Margarita, Vincho e hijos, y demás, esté basada en un terror que les ha servido muy poco o nada. La última genialidad de uno de los hijos de Vincho es asegurar que Hipólito va a retirar su candidatura, escudado en la eventualidad de un fraude. Decir eso de otra persona, del mismo Danilo por ejemplo, hasta se podría tomar en consideración, pero jamás de ese arrojo hecho persona que es Hipólito Mejía. Se subestima demasiado a la población cuando se presenta a Margarita como la figura mejor valorada, como si nuestra vida fuera una novela rosa. Se pretende capitalizar “las obras” de la primera dama, que no son más que la usurpación de casi todas las funciones públicas, agravadas por la facilidad con la que gasta el escanda

Lo de Tonty

¡Qué tontería! ¡Qué tontada! ¿Ven por qué insisto en que una cosa es apoyar a Hipólito, como en efecto lo apoyo y lo apoyaré, y otra es abrazarse al PRD? Me siento muy ofendida, agredida, atropellada. Espero que ahora ciertos perredeístas tengan más claro quienes son sus peores enemigos. No entiendo ni acepto el criterio, el que sea, que llevara a Tonty a escudarse detrás de una institución, de un partido mayoritario con probabilidades reales de llegar al poder, para salir de un problema en el que, verdadero o falso, se metió solito y que a todas luces es personal. Y mucho menos entiendo que encontrara, en la dirección y en la militancia del partido, quien se prestara a bailarle la música. Estamos en campaña. ¿Cuál es el mensaje? ¿El PRD apoya, defiende y protege a los acusados de agredir a las mujeres? ¿Qué quisieron decirnos a las mujeres y a los hombres - que parimos, criamos y por lo general mantenemos - con esa caravana irreflexiva e irracional? Felizmente, Hipólito no ha di

Galván

Conocí a Galván como líder de muchos inquietos jóvenes de clase media. Le di todo el apoyo que me fue posible durante aquellas protestas contra Roberto Salcedo por la siembra compulsiva de palmas, la construcción del helipuerto en el Malecón para facilitar su transporte a Juan Dolio a jugar golf, y la conversión de esta ciudad en un escenario para rodar películas. Me retiré con flores cuando me dio la impresión de que estaba tomando la misma – decepcionante – ruta de Roberto Santana, empezando por un cierto vedettismo debido a su muy mal manejado éxito con las mujeres (no pocos hombres también suspiraban por él) y, luego, por su forma, a mi juicio inmadura, de ejercer su indiscutible liderazgo. Diferente a otros adultos que lo apoyaron y lo apoyan, entre los cuales hay quienes se han aprovechado bastante bien de él para mantener su vigencia y darse vitrina, se lo dije, se lo advertí, lo regañé como si lo hubiera parido y me doliera. Después de eso, sólo volví a verlo por televisi

Sí, desesperada

Un lector oculto detrás del cómodo anonimato comenta debajo de uno de mis artículos que me percibe desesperada. No me queda más que darle la razón: estoy desesperada, tan desesperada como unidades, decenas, centenas, millares, millones de dominicanos y dominicanas que, aun sabiéndonos en la curva final del régimen morado, estamos al cabo de nuestras fuerzas debido a lo que estos ocho años han significado para nosotros en todos los órdenes. Para que los peledeístas lleven la vida que llevan, nosotros, todos los demás, nos hemos pasado esta interminable era sin poder hacer absolutamente nada, dejando de hacer la mayor parte de las cosas, simples, que hacíamos. Para que ellos se estén llevando el mundo por delante, nosotros hemos tenido que dar un bajón muy violento a nuestras vidas, que nunca fueron de lujo ni de gran confort. Hemos tenido que dejar de comer muchas cosas, hemos tenido que pasar malestares, dolores y enfermedades sin ir al médico ni al dentista, hemos tenido que decla

La media vuelta

“Te vas porque yo quiero que te vayas…” pero, tranquilo, que no te detendré a ninguna hora. No quiero saber nada más de ti. Lamentablemente, me has devastado de tal manera que, con suerte, quizás mis biznietos logren vivir en un país que no se acuerde de ti. Te maldigo siete veces, PLD. Y, a todos los partidos, movimientos, organizaciones y grupos que están apostando a la segunda vuelta, les adelanto que este pueblo no los perdonará nunca. No es posible que estén jugando a dispersar el voto en aras de una pretendida demostración de una fuerza que no tienen, que pretendan obligarnos a volver a hacer campaña con todo lo que eso implica, para negociar sus votos a cambio de cuotas, siempre pequeñas, de poder. Si quisiéramos mencionar algún partido satélite o aliado a un partido grande que haya ganado las elecciones y que, por sus “aportes” haya obtenido ministerios, direcciones generales, embajadas, consulados, contratos, lo que sea, cuya gestión haya mejorado la calidad de alguna vida

Reynaldo y la Junta

Reynaldo Pared y Roberto Rosario son dos funcionarios muy, muy bien pagados por todos nosotros, por lo que deberían estar a nuestro servicio. Sin entrar en las muchísimas observaciones e ilustraciones que se podrían hacer al respecto, queremos hacerles saber que no es para crear ambientes, corrientes de opinión ni condicionamientos en el espíritu de los votantes que les pagamos las fortunas que reciben y manejan a su discreción. Los hemos puesto a vivir de una forma que nunca soñaron. ¡Piscina que parece sostenida en el aire! ¡Etcétera! Hay que ser demasiado ingrato en la vida para perjudicar tan premeditadamente al pueblo que los ha puesto a valer, que les ha dado categoría. Si hay un solo candidato interesado en el buen desempeño del proceso electoral, ése es Hipólito. Por tanto, nosotros, todos sus votantes que somos muchos y en franco aumento, tenemos el compromiso de vigilar muy de cerca el sufragio. Ya las bellaquerías de los peledeístas no permiten que nadie se descuide. Hac

Tu maldita madre

“Hija mía, quien te ha escrito esa asquerosa carta que con tanta frecuencia te leen por radio y televisión, envenenándote contra tu PaPaH, no es tu verdadera madre. Es tu maldita madre, la usurpadora que a base de malas artes de toda especie me separó de tu PaPaH y también de ti. Me lo ha quitado todo. La realidad, lo único que importa, es que amo a tu PaPaH cada día más, lo añoro, me muero de nostalgia, muy pronto volveré con él, y juntos te arrancaremos de las garras que te aprisionan y te torturan. Ten fe, que esta pesadilla tan larga está llegando a su fin. Y tú, mi hija, tranquila, que aunque han acabado con nuestro patrimonio y nos han endeudado tanto, nos recuperaremos, te lo prometo.” En estos días de asueto vi una película en la que un alcalde perverso y corrupto de pueblo pequeño (infierno grande) europeo, a principios del siglo pasado, presenció un estupro y una golpiza salvaje y, para que sus tres hijos, ejecutores de la encomienda, no se sintieran culpables, les dijo: “l

Predicciones 2012

Cuando Leonel fue presidente por primera vez, soltero y sin compromiso conocido públicamente, fueron muchas las mujeres que se ofrecieron a convertirse en primera dama. Entre ellas, se contaron por lo menos dos productoras de televisión que llegaron a dejar rodar la especie de un posible matrimonio con el presidente, una de ellas con fecha y todo, aunque luego declaró que sólo los unía una amistad. La otra terminó casándose con un funcionario palaciego, de quien se divorció en poco tiempo. Está claro que por buenmozo no fue que se interesaron en Leonel. Ni por simpático y ameno, ¿verdad? Evidentemente, no sabían que ya Margarita estaba en su vida. Hoy, al cabo de dieciséis años, ignoro en nombre de qué, sus espacios de televisión, que han mantenido por años y años, con seguridad a base de los más variados esfuerzos, se han puesto al servicio de la causa de Leonel, que es perpetuarse en el poder, en esta ocasión a través del candidato de su partido, su propia esposa, y todos los ama

Bienvenidos, bienvenidas al PRD

El Partido Revolucionario Dominicano está presidido por un incalificable ciudadano que, por el más elemental sentido de ética, no debió competir por la candidatura presidencial. Perdió y no lo entiende ni lo acepta. Aunque él mismo proclamó el ganador de la candidatura presidencial del partido que preside, no se ha limitado a negarle el debido apoyo: no pierde ocasión de contradecirlo, desautorizarlo, perjudicarlo. Sin embargo, esto no ha sido óbice para que una cantidad inimaginable, incalculable, de votantes se esté comprometiendo con la candidatura del PRD, del Proyecto República Dominicana. Gente a quienes no se nos habría ocurrido abordar, están llegando por sus propios pies. Amigos, amigas, parientes, relacionados y relacionadas a quienes, por respeto a la preferencia que le conocíamos, o a sus sabidas relaciones primarias con otras candidaturas o partidos, o de su trayectoria de indiferencia a los asuntos políticos, de ninguna manera habríamos invitado a adherirse a esta c