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Mostrando entradas de 2018

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Recibo este mensaje de un médico amigo: "Las AFP tienen en su poder casi 900 millones de pesos, de afiliados fallecidos, que no han sido reclamados por los familiares. Sólo quedan 3 años para dicho reclamo porque la ley establece que se pierde este derecho a los 7 años. Difundir este mensaje, por favor." Lo riego, y le respondo: "Y te cuento que a los vivos, gracias a una amnistía, sólo nos devuelven el 2.5% que nos descontaron de nuestros sueldos. Ni el 7-5% que corresponde a la institución para completar el 10%, mucho menos los intereses y ni soñar con la mora. Me tocaban más de 2 millones a los 60 años. Tengo 67 y recibí 143 mil pesos, que a la mayoría tampoco le han devuelto su 2.5% a pesar de que han botado el bofe dando viajes y cogiendo boches a dos manos." Me contesta una amiga: "Bueno,  a mí me tomó 5 años y unos 30 mil pesos en abogados conseguir que le dieran 125,000 pesitos a los descendientes de mi empleada doméstica cuando fal

La Justicia es tuerta

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Hace seis meses que vivo en este apartamento en Gascue. La diferencia entre este edificio y el de al lado es del cielo a la tierra. Aunque no sea exactamente así, simplificaré diciendo que el nuestro se ve pobre y el de al lado se ve rico. Seguramente es menos viejo y, a todas luces, está mucho mejor cuidado. También tiene planta full, mientras que en el mío, algunos tenemos inversor. La planta eléctrica de los vecinos es inmensa. La instalaron encima del techo del parqueo, equivalente a un segundo piso, más o menos. Por su volumen, ocupa algo así como otro piso, de manera que su muffler o chimenea viene quedando a la altura del tercer piso de mi edificio. Sucede que el apartamento en que vivo, en principio, en el segundo piso, ocupa, efectivamente, el segundo, el tercer y el cuarto pisos. Y justo frente a esa planta, en el segundo piso está mi comedor y en el tercero la habitación principal, de manera que, cuando la planta prende, el humo sale directamente hacia esas dos área

Experiencia verde

Para muchos, la experiencia del domingo pasado fue religiosa, mística. Para otros, fue orgásmica. Y así sucesivamente. En todos los casos, fue maravilloso, placentero, satisfactorio, indescriptible, ser parte de aquella interminable masa en movimiento que recorrió tres avenidas y cruzó varias calles, primero bajo un sol abrasador, luego bajo un tremendo aguacero, otra vez el sol, otra vez la lluvia, al final de nuevo el sol inclemente del mediodía. Tantos dominicanos y tantas dominicanas desprendiéndose de sus pesitos y dolaritos para cooperar, disponiendo de su escaso tiempo para ayudar durante los aprestos, gente de todas edades, de todas las distancias de la capital de la república, de todos los niveles de educación, de todas las creencias, de todas las condiciones sociales, económicas, físicas, mentales... Impresionante. Los disidentes reintegrados, detractores arrepentidos. ¡Qué alegría! Es más, hasta los aprovechados, principalmente aspirantes a candidaturas, porque ya s

Carta a Clarisa:

Mi querida y muy, muy respetada Clarisa: No puedo describirte lo que se siente, al cabo de tantos años, encontrar una ex alumna de colegio privilegiado, en el que también estudié, con el nivel de conciencia ciudadana y el arrojo que tienes. No es exactamente orgullo, porque no puse nada ahí. Repito, no puedo describirlo. Estoy de acuerdo contigo en tu planteamiento del juego de dominó como método de lucha. A mí también me resultó contraproducente. Y del elenco del concierto de pasado mañana, no hay un solo artista que me haga salir de mi casa a coger esa pela. Quizás lo haría por Roldán, pero ahora somos vecions, así que no tengo que dar ni un solo paso para verlo. O por El Torito, si fuera un baile y me jura que no cantará bachatas. Sin embargo, yo no siento esa rabia contra la Marcha Verde. Por el contrario, cada día me siento más parte del movimiento, más apegada a él, más convencida de que es la única vía para llegar al fin de la corrupción y la impunidad

Certificado de idoneidad para Leonel

Grupos de Marcha Verde en Estados Unidos y España   contra la impunidad y la corrupción   en República Dominicana rechazan la decisión de la OEA de enviar al   ex presidente Leonel Fernández como observador electoral a México Se dice que algo o alguien es idóneo cuando tiene la aptitud, la disposición o la capacidad para un fin determinado. La idoneidad, tanto física como moral, es un requisito sine qua non para que un individuo califique para un puesto. En muchas instituciones exigen un certificado de no antecedentes penales de fecha reciente, cuya emisión, en la República Dominicana, es negada por una multa de tránsito, y en cambio otorgada a grandes delincuentes, especialmente los denominados de cuello blanco, aunque dicho cuello pudiera estar salpicado de sangre o haya cometido delitos de lesa humanidad,   de esos que no prescriben, como los delitos de corrupción. No regateamos su idoneidad física, pero Leonel Fernández carece por completo de idoneidad moral para ocupar p

La mini serie del regalo millonario

Las mujeres en edad reproductiva están pasando por el peor momento de la historia de la maternidad dominicana. Estamos ante una generación de huérfanos, entre los alucinantes números de mortalidad materna y los feminicidios, no hablemos de las que, vivas, se encuentran en condiciones extremas, todas causadas por la más amplia variedad de violencias, principalmente por el brutal desamparo estatal, desde todos los poderes, iglesia y prensa incluidas. Y en medio de esta coyuntura, existe toda una casta de mujeres que ha decidido vivir su cuota de violencia ostentando un falso bienestar económico. No sé a quién creen que engañan con eso.  En el lenguaje de los tígueres, se dice que los hombres que dan cuartos no dan gusto y los que dan gusto no dan cuartos. Yo creo que, sin que eso sea una verdad absoluta, al menos entre nuestros hombres, tiene una base bastante sólida. Los hay que no dan ni una cosa ni la otra. En realidad, ninguno de los dos elementos, el gusto y los cuartos, de

Solución: perjudicarnos

Es alucinante la capacidad morada de solucionar problemas fabricando leyes que perjudican la población, mostrando cada vez con más claridad que el famoso nuevo camino conduce única y directamente al fondo de un abismo. Y es más increíble todavía lo bien entrenados que están los empleados públicos para ejecutar esas acciones con una naturalidad realmente pasmosa, cómo es que tratan a los ciudadanos como mendigos. Sí, porque cada vez que un empleado peledeísta te pregunta que en qué puede ayudarte, que insiste en que quiere ayudarte, te está faltando el respeto. Lo correcto sería en qué puede servirte, insistir en servirte, que para eso le pagas, para eso está ahí. Lo que andas buscando no es ayuda, sino servicio. Uno que llega molesto por el trato del infaltable guardia que reserva los parqueos para todos los que no están y te manda a un parqueo lejano y privado, que debes pagar, o a la calle, inexplicablemente más cara siendo un espacio público, y entonces tener que lidiar con

Experiencia ontológica

Me mudé. Esas dos palabras deberían bastar y sobrar para decir todo lo necesario. Pero no lo dicen. Perdí la cuenta de mis mudanzas. Tampoco recuerdo una como ésta, y miren que me he mudado no solamente de un tipo de vivienda a otro, de una categoría de barrio a otro. No. Me he mudado de la capital a pueblo pequeño, de pueblo pequeño a pueblo mediano, al campo, a pueblo grande y de nuevo a la capital. Me he mudado de país. He regresado. Puedo decir que mudarme ha sido el deporte que he practicado con más consistencia. No tengo gran sentido de la propiedad, no siento esa necesidad de la casa propia como mecanismo de seguridad, mucho menos como argumento para asquerosear a los demás. Vivir en propiedades alquiladas me libera de los bancos y me da la libertad de mudarme cuando me dé la gana. Y cada cierto tiempo, me da la gana de mudarme, aunque no todas mis mudanzas han sido tan voluntarias. En esta ocasión, estaba buscando donde mudarme casi desde el mismo día en que llegué

Separaciones

Ayer fue día de una separación. Una más en mi vida. Me separé de una perra que llevaba siete años conmigo, es decir, todo los años que ha vivido hasta ahora, y también de una cachorra de nueve meses, de los cuales llevaba seis en mi casa, pero que se hizo sentir, y de qué manera. Más de un/a allegado/a, más de un contacto, ha hecho comentarios que, intencionados o no, sugieren que debo sentirme culpable por haberlas excluido de mi vida. Y tengo a bien informarles que esas dos perras fueron inmensamente felices en mi casa, estuvieron siempre muy bien atendidas, dentro de mis cánones, no de la variedad de cánones ajenos, y sólo yo sé los sacrificios y esfuerzos que hicimos, cuánto prolongamos la permanencia en esta casa, en este entorno desagradable y agresivo, porque no encontrábamos una vivienda adecuada en la que cupiéramos todos y que, por supuesto, pudiéramos pagar. Antes de seguir, quiero que conste que no estoy dando explicaciones a nadie. Más bien, estoy haciendo una cat

Más herederos de esta finca

Ay, ay, ay, éste no es un manicomio cualquiera. Ahora es Alexis Joaquín Castillo quien jura que "el pueblo quiere al hijo de Balaguer", o sea, a él mismo, como presidente para 2020. Si el papel lo aguanta todo, imagínense todo lo que aguanta este espacio virtual, relativamente infinito y a todo color. Esta es la finca con más herederos de la bolita del mundo. Y los partidos y los políticos sin gran moral para combatir esas aspiraciones, porque por ahí andan sus hijos en puest os de dirección, en posiciones privilegiadas en las boletas electorales, y en cargos electivos. Esta grama no hay que podarla, sino arrancarla de cuajo, porque si no sirvieron para nada bueno esos padres y abuelos, sus "herederos" sirven para mucho menos, y esto no requiere análisis cuando vemos que el único valor que ellos mismos se atribuyen es el parentesco con esos políticos del pasado, contando con nuestra comprobada y súper nociva falta de memoria. ¡Qué manera de mandarnos a la

En Villa Francisca

Ayer, tenprano en la mañana, pasé algo más de dos horas sentada en un banco en el Parque Enriquillo. ¡Qué experiencia! Quien no entienda el concepto de desorden organizado, sólo tiene que sentarse a observar lo bien que funciona aquel caos., lo rigurosamente definidos que están esos espacios de nadie, el respeto por los oficios y los milímetros de operación de cada usuario, en fin, que me sentía en medio (y al mismo tiempo fuera) de una película, en una de esas secuencias de  escenas rápidas que sirven para indicar el paso del tiempo.. Es una dinámica muy especial. Cada uno concentrado en lo suyo, aparentando no notar nada ni a nadie en el entorno, pero, en realidad, llevando todos los cartones. Y en medio de aquella masa, el cuerpo extraño era yo. Por ahí circula muchísima gente, imagínense, pero nadie que no sea de por ahí va a sentarse horas muertas en ese parque, al que deberíamos ir con más frecuencia para empaparnos mejor de la realidad real. Aunque nadie me estaba espe

¡Ah, los servidores públicos!

En diciembre pasado, me llamaron de la AFP Reservas a decirme que pasara por allá a llenar unos papeles, que yo disponía de un fondo de pensiones que podría retirar "cuando cumpla 60 años y lleve por lo menos tres meses sin trabajar". Como esas dos fechas pasaron hace rato, me dirigí allá, pero no retiré los fondos porque noté que, a pesar de los años en cuyos meses me hicieron los descuentos correspondientes, sólo aparecían siete depósitos en mi cuenta. La joven que me atendió me indicó que debía hacer un peregrinaje por la Cancillería, la Tesorería y la DIDA para recabar los documentos que avalaban esos descuentos, cosa que no tenía por qué tocarme a mí, sino a ellos que estaban en falta, pero empecé el tour. Ese primer viaje a la Cancillería fue traumático, de todos modos volví y se resolvió esa parte, la constancia de que trabajé en el servicio exterior de tal a tal fecha, lo que sumaba tal número de meses. El segundo paso era la Tesorería Nacional. Ahí, tardé m

Mujeres verdes

Estoy muy lejos de ser feminista, hembrista o cualquier otra cosa que me coloque de manera particular del lado de las mujeres. Sin embargo, a lo largo de esta cruzada por el fin de la corrupción y la impunidad, sin menospreciar el trabajo y la dedicación de tantos y tantos hombres, hay que destacar el arrojo de muchísimas mujeres. Algún día se reconocerá la labor titánica de nuestras mujeres en el exterior, particularmente las de NY, cómo se esfuerzan para que las cosas funcionen allá y aquí. Pero lo que las hace grandes es que se fajan igual sin esperar ese reconocimiento. Yo misma tengo que agradecer a las muchas mujeres que, espontáneamente, han formado equipo conmigo para la iniciativa periférica de los cartelitos: las que aportan dinero, las que se fajan a armar los cartelitos y las que los reparten en las marchas, aunque en los tres grupos también hay hombres, pero son menos. Aquí se está dando un fenómeno que se podría considerar raro, pero no lo es. Siempre ha sido