cibercosette

Queridos amigos de la Tercera Vía, a los que conocía desde antes y a los que conocí y vi trabajar con ahínco y devoción en las marchas verdes: En relación a su certero señalamiento de que los pueblos que no conocen o no recuerdan su historia están en peligro de repetirla (o algo así), déjenme recordarles que los únicos serios y preparados: * hasta el 78, eran los del PRD; * hasta el 96, eran los del PLD; * y ahora son los de APaís, por cierto, tan excluyentes y severos con los demás como los del PLD de entonces. Con esto quiero decirles que volcar los votos a la tercera vía podría ser repetir la historia. Por tanto, esa amenaza es un boomerang. Dejen de estar asqueroseando a los demás y únanse a la causa nacional que no es, como han dicho, arrodillarse a los pies del PRM ni firmarle un cheque en blanco. Bueno, a menos que prefieran que siga el PLD, lo cual nadie les perdonará. Lo digo con el corazón en la mano, aunque muy molesta con algunos de ustedes, los que han sido

(Algo así como Pantaleón y las visitadoras) Como ciudadana común, pienso de Leonel, siento por Leonel, lo mismo que cualquier otro ciudadano asqueado de tanta ignominia. En lo personal, le tengo una factura por cada uno de sus tres períodos en la presidencia. En el primero, me ofrecieron un puesto que acepté con mucho gusto, desbaraté mi placentera vida en Puerto Plata, y me dejaron enganchada. En el segundo, me encontró en un puesto en el servicio exterior, y me canceló para nombrar a una cantante en mi lugar, una novia que uno de sus funcionarios tenía más arriba del moño. En el tercero, Leonel me despojó de mis fondos de pensión al promulgar una ley de aministía a las instituciones y empresas que tenían atrasos en los depósitos de los descuentos que nos hacían. Todo esto, para que sepan que, lejos de tenerle el menor aprecio o el más mínimo reconocimiento, lo detesto, ya que me perjudicó igual que al resto de los dominicanos y mucho más. Y que conste que lo apoyé abiertamente e

En 2020, la consigna es no votar por ningún repitiente, en ninguno de los puestos electivos, de ninguno de los poderes del Estado, y eso incluye, por supuesto, el poder municipal y, por lo tanto, a David Collado, alcalde del DN. No he notado mejoría en la vida de la ciudad durante su gestión. Es evidente que no tenía un programa de gobierno municipal, y si lo tenía, no se apegó a él, a menos que dicho programa no incluyera a los habitantes de la ciudad y sus perentoriedades en términos de la vida tan asfixiante que estamos llevando en la capital. A estas horas no sabemos quiénes son los candidatos municipales de ninguno de los partidos. Sin embargo, hoy asistí al lanzamiento de la precandidatura a regidor de Giovanni D'Alessandro, del Movimiento Municipal El País que Queremos, y quedé muy bien impresionada, primero, por la dinámica de la actividad y luego, porque mostró que tiene un programa definido, detallado, para mejorar la vida en una ciudad tan hostil como ésta, no h