Mi primer año

 Veo tantos altos funcionarios publicando videos sobre su gestión a propósito del primer año de gobierno, que aun siendo yo una funcionaria de tercera y aunque no grabe un video, les contaré lo mío.

Esperé hasta el 2 de noviembre la emisión del decreto que me nombró jefa de misión de uno de los consulados más pequeños, si no el que más.

El 11 de febrero, finalmente tomé posesión. Por razones de cuarentena y de ingreso a la nómina, me integré a principios de marzo.

Entonces, en cinco meses y medio: 

1. Me mudé a la ciudad a la que fui asignada. Vivo en St. John, Antigua.

2. Apegué los precios de todos los servicios consulares a la tarifa que manda el documento "Tasas Consulares" que fue distribuido en versión digital durante el Diplomado, que imprimí, encuaderné y puse a la vista de todos los usuarios en la salita de espera. Renovación de pasaportes a US$60, solicitudes de visas a US$70, poderes a US$75, y así por el estilo. Lo que dice "gratis", gratis se hace, al igual que los servicios pagados, cuando no tienen dinero.

3. En ese orden, los servicios o más bien favores que solicitan y que no están en el documento "Derechos Consulares", igualmente impreso, encuadernado y a la vista, sencillamente no los proporcionamos. No tenemos presupuesto para trasladar cadáveres ni pagar aeroambulancias. Cuestan lo mismo que recibimos para cubrir los gastos mensuales y la recaudación es pírrica. Como dicen en Cabrera, "¿cómo nuagamo?"

4. Mudé el consulado dentro de la jurisdicción correspondiente - por  cierto sola, ya que el vicecónsul y el administrativo "tenían sus compromisos" ese día, y la vicecónsul no había llegado (no la habían despachado, como a tantos otros) - y, acompañada y asesorada por la embajadora, lo he ido amueblando y equipando poco a poco, sin lujos, pero con la sobriedad y la dignidad que debe tener una sede consular, ¡sin solicitar ni un solo peso extra!

5. Empecé a mandar a entrenar el personal del consulado - tanto los de la sede como los de las concurrencias en Montserrat y St.Kitts & Nevis - a la Dirección General de Pasaportes, de manera que no haya excusa para los errores a la hora de completar los formularios, tomar las huellas y recibir las fotos y los documentos que se anexan a las solicitudes. Uno a uno, por razones obvias. Para esto, tampoco solicité dinero extra. 

6. De seis que estamos en la sede, cuatro son dirigentes del PRM en Antigua y Barbuda: el vicecónsul es el presidente, el auxiliar administrativo es el tesorero, la auxiliar administrativa es la secretaria de comunicaciones y la señora que limpia es miembro (disculpen, pero miembra es una palabra muy fea). Los demás, dirigentes, militantes o simples simpatizantes, no estamos organizados en Antigua.

7. La Embajada y el Consulado mantienen un nivel óptimo, insuperable, de comunicación y apoyo mutuo, en armonía total. Eso, a nivel institucional, que a nivel personal, la embajadora y yo tenemos la relación perfecta: a ella le encanta cocinar y a mí me encanta comer. Cada una en su sede, siempre listas para colaborar a la primera señal, en todas las situaciones.

7a. Por cierto, la representación del gobierno dominicano en Antigua se compone de más mujeres que hombres: en la Embajada, la embajadora, una  ministra consejera, una consejera, una chef y un chofer, cuatro a uno; en el Consulado, entre la sede y las concurrencias, la cónsul, una vicecónsul, tres administrativas, y la encargada de limpieza, un vicecónsul y dos administrativos: seis a tres. Entre las dos misiones, diez mujeres y cuatro hombres.

7b. Aprovecho para resaltar que todos hablamos inglés, el idioma de las islas que nos tocan.

7c. Los administrativos de las concurrencias trabajaban a modo de cooperación. Les pago los sueldos correspondientes a sus funciones desde el primer mes de mi gestión.

8. Las autoridades de Antigua y Barbuda están muy satisfechas de la presencia y el desempeño de nuestra Embajada y de nuestro Consulado General que, por cierto, es el único: otros países solo tienen cónsules honorarios. (Embajadas solo hay cuatro: Cuba, Venezuela, China y RD). No pierden ocasión de manifestarlo y nos facilitan los trámites que requieren su intervención.

9. Próximamente, recibiremos personal de la JCE para resolver el asunto de las cédulas vencidas y de las actas de nacimiento, de modo que, además de quedar empadronados, los dominicanos en esas islas dispondrán de documentos al día para fines de renovación de pasaportes, que ahora mismo es un dolor de cabeza.

10. Y, para agilizar este imprescindible servicio, próximamente nos equiparemos con un captor de fotos, huellas digitales y firmas que, además de reducir los errores al mínimo, también reducirá el tiempo y el costo del trámite. Los envíos por los "couriers" son carísimos y ahora, con la falta de conectividad, tardan mucho en entregar.

11. No competimos con las islas en turismo de playa y pesca, pero en turismo de montaña y agua dulce, somos su sueño. Cuando las medidas por la pandemia lo permitan, organizaré una feria de turismo.

12. Encontramos y compramos muchos productos dominicanos en los supermercados y en los tarantines a la orilla de las calles, pero podría haber muchos más. Voy a ponerme en eso.

Por lo demás, en Antigua es muy lento el proceso de abrir cuentas en dólares, y es muy baja la suma que se puede sacar de los cajeros automáticos, de manera que pago lo que se puede con la tarjeta y viajo a RD cada dos meses a recoger la dotación para los alquileres, sueldos de los administrativos y gastos corrientes. Total, las transferencias al exterior cuestan casi lo mismo que un boleto aéreo y, aunque me canso mucho, aprovecho para pasar tiempitos de calidad con mis perritos, mis gatos y mis plantas. Con mi hija, me comunico todos los días más de una vez por el celular y sus aplicaciones. Igual con las amistades. Por supuesto, aprovecho la estadía para cualquier diligencia personal y de trabajo.

Visítenme. No soy buena anfitriona, pero sí divertida. Y ya manejo a la izquierda. Les encantará el lugar.

No puedo ni debo ni quiero terminar la narración de la experiencia que estoy viviendo sin hacer pública mi gratitud a mi antecesor por toda la orientación que todavía me prodiga a mi requerimiento y, sobre todo, que no me dejó problemas, por el contrario, hasta dinero encontré para operar holgadamente el primer mes. Mi agradecimiento aumenta cada vez que me llega una historia de algún colega sobre lo que encontró al tomar posesión.

Gracias al personal del MIREX y de la DGP por su paciencia y por el agrado con el que atiende mis frecuentes consultas. 

Y al personal de la Presidencia de la República, que también son todos muy amables conmigo.

Les aseguro que en Antigua y Barbuda, en Montserrat y en St. Kitts y Nevis se siente el cambio.

Espero que esta percepción se consolide y se expanda durante el segundo año de gobierno que empieza este lunes, día de la Restauración de la República.





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