¡Qué alegría y qué pena!

Probablemente ya ustedes ni lo recuerdan, pero estuve colocando en las redes unos mensajitos motivando a diferentes sectores excluidos y discriminados a confiar en el candidato de la oposición asegurando que él estaba con ellos, que los apoyaría, que les garantizaba inclusión social.

No iba a contar esto, pero tampoco voy a esperar a reventar como una vejiga. En el momento en que dediqué mi tiempo a esa tarea que me pareció tan sencilla, digerible y fácil de sustentar, sobre todo para quien está haciendo campaña a mano pelá, soporté con estoicismo la indiferencia, incluso la actitud de piadoso menosprecio de algunos integrantes del comando de campaña.

Por Twitter, ni siquiera una asesora, sino una seguidora cualquiera de una veterana política, candidata presidencial de país desarrollado, me preguntó si había entendido bien, que si ahí decía (lo que decía, pero en su idioma). Le respondí que sí. Me preguntó entonces que si podía usarlo a favor de su candidata, en su país, por supuesto. Y le dije que tranquila, que no tengo copyright. Total, no era nada que se pudiera considerar genial, sólo algo simple y, eso sí, muy bien intencionado.

Pues les cuento que a la candidata en cuestión le ha ido de lo más bien con esa campaña. Y ha sido consecuente con la misma. Ahí veo las fotos y los videos de los grupos de población que en un país como ése ni tan excluidos están, bueno, jamás como en RD.

Ahí está la mujer colocando cartelitos con "testimonios" de mujeres víctimas de violencia diciendo: "Yo confío en (ella) porque (ella) está conmigo). Y así, de otros segmentos igualmente abusados, marginados. Ruedan las fotos y los vídeos de sus encuentros con autistas y sus familiares (votos), dementes seniles y sus familiares (votos), atletas especiales y sus familiares (votos), inmigrantes y sus familiares (votos), convictos y ex convictos y sus familiares (votos), LGBT y sus familiares (votos), trabajadoras sexuales y sus familiares (votos), etc., etc. ¡en un país inmenso, de distancias enormes y de una población de muuuuuuuchos millones de habitantes!

Ya ven, lo que un candidato del subdesarrollo (donde todo lo que parezca llevar al desarrollo debería calar) desestimó por parecerle, quizás, cursi, ha sido muy bien aprovechado por una candidata del summum del desarrollo. Quisiera decir que estoy muy orgullosa de que una contemporánea mía, más allá del mar, ande en la misma onda que yo, que valore las ideas y los hechos simples, pero es que no hay forma de disfrutar nada estando tan golpeada, acorralada y asustada.



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