Queridos contactos:


Me gustaría enviar una carta-compromiso, de parte de todos nosotros, al candidato que, con nuestros votos, ganará las elecciones presidenciales en primera vuelta, porque nos ocuparemos de obtener el 50% + 1. (Luego podemos hacer lo mismo con los candidatos al Congreso).
La idea es hacerle saber qué esperamos de su gestión, qué debe desaparecer, qué debe mejorar, qué debe crearse, en qué consiste nuestra idea de cambio - que, en realidad, será una transición - y que, al firmarla recibida, se comprometa a responderla, preferiblemente aceptando nuestros planteamientos y, si fuera necesario, explicando por qué no podría cumplir con tal o cual punto.
Hay algunos detalles que pueden lucir insignificantes, superficiales, sin embargo, inciden fuertemente en la manera de relacionar el gobierno con el pueblo. Por ejemplo, la colocación de la foto del presidente en todas las instituciones y despachos del Estado, así como el tratamiento de “Excelentísimo”, vienen de la dictadura trujillista y creo que tienen el respaldo de una ley que debe ser derogada, ya que generan una apariencia de rey-súbditos.
El culto a la personalidad no es sano, como no lo es la sumisión, ni lo es la genuflexión, ni la adoración, ni la veneración. Sabemos que esas prácticas nos vienen de la iglesia, pero como estilo de relación con el gobierno, es abominable.
También deberíamos solicitar formalmente la desaparición de las tantas oficinas paralelas, que han probado su inutilidad. Y, por supuesto, llevar a niveles justos y dignos los sueldos y beneficios desde el puesto más alto hasta el de menor nivel, recordando que no es justo ni digno que un funcionario gane demasiado, como tampoco es digno ni justo que nadie reciba un sueldo “cebolla”, como lo llamamos desde hace un tiempo.
Queremos pedirle que no reserve los puestos de trabajo a “los que se fajaron o colaboraron” y sus recomendados, sin tomar en cuenta su idoneidad para los requisitos del cargo. Mucho menos a los tránsfugas. Es irritante y decepcionante.
El tema de llevar a la justicia a los corruptos impunes es de primer orden.
Quiero que cada uno de ustedes aporte sus ideas, sus inquietudes, sus propuestas, y se las hagamos llegar al candidato. Nuestros votos no son de pica-pollo ni de ninguna suma de dinero. A cambio de nuestros votos, queremos un gobierno que nos permita desintoxicarnos de todo este veneno que nos impide respirar bien.
Queremos un aire de decencia, una esperanza de bienestar para todos a corto plazo, una muestra de disposición a castigar a los corruptos y recuperar lo que, sin piedad, nos han robado. Queremos vivir en paz, confiar en la administración de nuestro Estado. En fin, queremos todo eso que ustedes, por aquí, van a sugerir. Es importante que el candidato lo sepa, para que no pueda alegar ignorancia, para que no se espante si tenemos que salir a las calles a protestar porque no cumple.
Si no les parece adecuada mi idea, también me lo dicen, y lo dejamos así. Gracias por su atención.

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