Tumbando santos de los altares
Sin embargo, la verdadera amenaza es otra. Si quedaba
algún resquicio de duda, la vimos clarita este domingo pasado. Todavía tengo la
esperanza de que haya sido una alucinación, que se tratara de una novela de realismo
mágico, de las mejores.
Los gobiernos morados se han destapado de forma
absolutamente impúdica. Siempre pensamos que el desparpajo no era mayor porque
no se atrevían. Se atrevieron. Apenas empezó esto del Coronavirus, se han dado
una encuerada tal que, a pesar de sus desmanes de estos años, nadie pensó llegar
a ver.
No hay necesidad de narrar las acciones moradas
en perjuicio de los dominicanos en medio de una situación de peligro, porque hemos
sido testigos. Ahora, eso de ayer traspasó todos los límites. Demostraron que
no les importa; que, por el contrario, son capaces de provocar enfermedad y
muerte en masa, con tal de limpiar el camino de obstáculos para perpetuarse en
el poder.
En vista de que Danilo dijo que el partido que ganara
las municipales ganaría las presidenciales, y resulta que su partido no las ganó,
ha soltado los perros a los ganadores de otros partidos para hacerlos parecer
incompetentes, mal elegidos. Y, en los primeros tres días, no ha escatimado recursos
ni bajezas para apear esos santos de sus altares de estreno, como tampoco lo ha
detenido el peligro en el que ha puesto a una provincia, que no fueron tres
porque tuvo que abandonar el plan, ya ejecutado en la primera.
Cuando me enteré, más que alarmada, envié una
nota a un líder de la oposición. Me respondió inmediatamente (gracias por tu
rápida atención) que con la experiencia que yo debía tener, me estaba dejando
manipular, y que debía informarme mejor. Procesando esa respuesta, me quedé
pensando si no era ese alcalde recién juramentado quien debía mostrar
experiencia y, sobre todas las cosas, informarse mejor antes de caer en un
gancho tan pendejo como prestar esos vehículos habiendo terminado la campaña. No
podían circular hasta que no les devolvieran su pintura original. Pero era
mejor complacer que negar. Vaya criterio (y precio) político. No sigo, porque
se ofenden cuando les recuerdo ese galloloquismo que los y nos ha jodido todas
las veces.
Si los candidatos, ya electos y por elegir, carecen
de menudo para devolver a estos rastreros, no solamente lo perderán todo, sino
que perjudicarán irremediablemente a toda la población, con la expansión del
virus y la continuidad de la maldita plaga morada.
Nueva vez, hay que recordar a Balaguer: “Si la
ignorancia fuera comida, República Dominicana sería el país mejor alimentado
del mundo.”
El infeliz peregrino seguirá siendo tan pobre o
más, porque si tuvo suerte y no lo cubearon, seguro que apenas lo boronearon. Puerto
Plata marcará un hito, sea de invulnerabilidad al virus o de mayor proporción
de infectados, dependiendo del resultado de su “ejercicio de libertad de cultos”
de ayer que, reconocemos, fue de película. Ya lo sabremos en los próximos 7 a
14 días. Y nosotros, bien embullados por las redes, de meme en meme (amemaos).
Concentrémonos en lo único que interesa:
asegurar ese 50% + 1. Lo demás es pendejá, circo sin pan. Los necesitamos, de vida
o muerte, fuera del poder, dentro de la cárcel, aquí o en el extranjero, según
sus cuentas pendientes y, por cierto, sus cuentas bancarias bloqueadas. Ni así
nos pagan el mal que han hecho. ¡Se van!
Comentarios