Haciendo picadillo con la vejez

En estos tiempos de redes sociales, no solamente adictivas, sino de férrea competencia por llamar la atención, ganar seguidores y, en muchos casos, conseguir anuncios, la irrelevancia impera. Más aun, los títulos engañosos de muchísimas publicaciones.

Otros títulos, no necesariamente engañosos, son crueles, entre los que se destacan los relativos a la apariencia física de celebridades en la vejez. "Vea a Fulana (veterana actriz) sin maquillaje". "Qué triste ver el aspecto actual de Zutana (respetable conductora de programa de panel)". "Te asombrarás cómo luce Mengana a sus (tantos) años."

Desde que nacemos, se nos recuerda constantemente que vamos a morir. No hay forma de olvidarlo, aunque vivamos sin tomarlo en cuenta. Lo que me parece triste, asombroso y tremendamente cruel es que, lejos de cualquier reconocimiento o valoración de lo poco o mucho que hayamos aportado a nuestras respectivas sociedades a lo largo de nuestra vida, solo se destaquen los embates del paso del tiempo: las arrugas, las canas, la pérdida o ganancia de peso, la (preferiblemente mala) situación económica, los estragos de cualquier condición de salud, la soledad, el abandono, en fin, todo lo que se considera negativo, denigrante, vergonzoso, de la vejez. Y, para completar, mayormente sobre mujeres. Estúpidos. Ignorantes. Malvados.

No sé qué habría sido de la historia universal sin los ancianos. No sé qué sería de las sociedades sin los, primero "envejecientes", ahora "adultos mayores". Es cierto que los hay de todas las calidades. Todos llegamos a la vejez con el resultado de lo que vivimos nuestra juventud y nuestra adultez. Somos exactamente la misma persona, con nuevas debilidades y nuevas fortalezas. Asquerosearnos por lo que se considera el deterioro del aspecto físico y/o de las facultades mentales es de una vileza incalificable.

Pena me dan quienes se dejan afectar por esas agresiones y se arriesgan a tratamientos y hasta peligrosas cirugías en un fallido intento de seguir gustando a un público que en realidad nunca ha sentido admiración ni respeto, solo ha estado pendiente de cualquier error, de cualquier desliz, de cualquier fallo, para triturar sin misericordia a quienes se han destacado como figuras públicas en cualquier terreno.

Estos usuarios de lsa redes, "influencers" y hasta periodistas profesionales, parecerían no tener ancianos en sus familias, o no tener esperanza de larga vida, o pensar que su vejez, la de cada uno de ellos, será diferente, que llegarán a ella sin arrugas, ni canas, que no se encorvarán, que podrán seguir haciendo sin dificultad todo lo que hacen, que no tienen el menor riesgo de enfermarse, ni de carecer de atención, ni de quedarse sin patrimonio y sin pensión, etc. 

Los viejos de hoy no estaremos para verlos, pero quienes vienen detrás de ustedes, si no los han educado adecuadamente, les harán lo mismo y más, por el ejemplo que ustedes les están dando.

Si quieren tener presencia creíble, publiquen con respeto, con altura, con buenas intenciones y mejor corazón. Y lean, lean mucho a ver si se les pega un mejor estilo y una mejor calidad.

Que conste que a mí "me da par de tres". A mis casi 71 años, nunca me había sentido más dueña de mi vida. Tengo claro que estoy "más para allá que para acá". "Estoy paga." Pero sé que muchas de sus víctimas no tienen gran resistencia ni lo merecen, después de haber dedicado los mejores años de sus vidas esforzándose por informarnos, entretenernos, divertirnos, y demás. No sabemos con precisión por las que están pasando, muchas veces como consecuencia de sus feroces competencias por gustar, por atraer, por mantener su público.

No, ninguna de esas mujeres (ni los hombres) merecen que se le utilice para ganar notoriedad ni publicidad. Hacer picadillo con la vejez también es abuso y violencia.





Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Excelente escrito, muy valioso para todos los tiempos, una realidad que no pocos utilizan de manera burlesca, descriminatoria y mal intencionada, sin tener en cuenta que es un estado del proceso de vida al que muchos no logran llegar, respeto las civilizaciones anteriores a la nuestra, que supieron respetar sus sabios adultos y adquirir de ellos los conocimientos que les permitieron perpetuar sus culturas, por esa razón y muchas más es posible y así afirman muchos entendidos que nuestra civilización puede desaparecer.

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