El golpe

¿Recuerdan aquella película con Robert Redford y el recién fallecido Paul Newman? Quedó corta. Claro. Por cuestión de meses, todavía no existía el PLD cuando produjeron esa fantástica historia.

Para las "erecciones" recièn pasadas, ya vimos la cantidad de candidatos que, no habiendo conseguido insertarse en las boletas de su morado partido, lograron colocarse en las boletas del PRM, en perjuicio de no pocos militantes y dirigentes del partido moderno, principalmente a los muchos que, con gran esfuerzo, pagaron la inscripción para participar en una convención y unas encuestas que jamás tuvieron lugar, pero tampoco les devolvieron su dinero. Según me contaron, estamos hablando de 64 millones de pesos recaudados entre los aspirantes, muchos de ellos gente pobre.

El muy sospechoso apoyo del PRSC al PRM sirvió para que los candidatos reformistas al congreso y los ayuntamientos, también en las boletas del PRM, además de colocarse en posiciones ganadoras, mandaran a votar por Danilo. 

Aquí, en la capital, la fórmula era D-D (Danilo y David) y, para el congreso, un reformista. Y ahora anda circulando la especie, todavía no confirmada, de que David pronto anunciará su regreso al PRD, partido que ya fue debidamente adquirido por el PLD. 

Fue notorio que por lo menos uno de los candidatos reformistas al congreso impusiera que los delegados en los colegios electorales llevaran el gafete de su partido, mientras las dietas fueron financiadas principalmente por el candidato a alcalde y un candidato perremeísta, también al congreso.

En otras palabras, todos trabajamos, buscamos votos y votamos para que el PLD siguiera en el poder. Y lo grande es que, si fue a beneficio de una causa, de una persona o de un grupo, fueron nuestros propios dirigentes y líderes quienes nos pusieron de mojiganga.

Trabajamos a mano pelá, solicitando contribuciones, gastando de lo que no teníamos, descuidando nuestras fuentes de ingreso y nuestros compromisos. ¿Para qué? Para ver, después del palo dao, a quienes se negaron a aliarse en frente opositor como pollitos mojados bajo la sombrilla del candidato y del partido a los que no se cansaron de asquerosear, pero que los acogió en su santo seno, no sé a partir de qué criterio ni con qué fin. En todo caso, pataleando por todo lo que no era y haciéndose los locos con lo que realmente era.

¿Cómo fue que llegamos al día de hoy, ya todo el mundo juramentado y en posesión, sin conocer los resultados oficiales, es decir, sin haber visto las actas certificadas? Esto es demasiado indignante. Para vomitar.