Un informe

Por lo que hemos leído y escuchado de fuentes tan confiables, sería un gran aporte de los estrategas de la campaña presidencial de Hipólito Mejía la elaboración de un informe detallado de todos y cada uno de los hallazgos que representan indicio o prueba de fraude, de robo de las elecciones. No es que estemos creyendo que vaya a cambiar nada. No es verdad que por muy contundentes que sean las pruebas, Danilo tendría la gallardía viril de renunciar a una presidencia mal habida; de Margarita, ni pensarlo, antes muerta; ni mucho menos la JCE se va a desdecir, y ni soñar que el Congreso se retractaría de la maltrecha proclamación, no hablemos del cuestionable Tribunal Electoral. Pero, “constaría en actas” que no somos cómplices pasivos del lamentable retroceso que significa este resultado electoral. Cierto que se han levantado voces, que algunos articulistas han ido denunciando los descubrimientos, o dando a conocer datos que no parecía necesario hacer públicos en un momento dado; el candidato mismo ha dado algunas declaraciones. Sin embargo, insisto, un informe institucional, documentado, es indispensable para los votantes y para la historia. A pesar de que la figura paterna es tan negativa en nuestro país, digamos que es símbolo insuperable de la irresponsabilidad, la mayor representación del abuso y el más vivo exponente de la violencia, el grito de “llegó Papá” tuvo un impacto tremendo. Quienes votaron movidos por la utopía del amparo que en otros mundos quizás representen los padres, deben estar sintiendo amargamente su ausencia, su abandono, por lo que corresponde a su equipo de colaboradores más cercanos dar la cara y poner en la perpetuidad de la palabra escrita, de manera organizada, los pormenores de los hechos que impidieron el acceso al poder a nuestro candidato. (Yo voté por Hipólito, no por Papá, siempre lo dije). No merecemos esa actitud tan propia de muchos padres dominicanos de dejar todo al tiempo, de que los hijos y las hijas, cuando crezcan entenderán, porque está demasiado visto que eso no es así. La tendencia es repetir el modelo, y si este modelo se repite, podemos decir con propiedad que todo está y seguirá perdido. Merecemos, de “Papá” y su equipo, una explicación que demuestre sin el menor resquicio de duda que “hicimos todo lo que pudimos”, que las medidas tomadas y las dejadas de tomar sólo han ido dirigidas a evitarnos una desgracia (mayor). No perdimos las elecciones. Nos debemos y debemos a los del futuro un buen informe al respecto.

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