Los motivos de Proteo

(Casi) todos sabemos que Proteo era un dios del mar que podía predecir el futuro, pero cambiaba de forma para evitar hacerlo. El uruguayo Rodó dice, en el capítulo 26 de Los motivos de Proteo: “Hay siempre en nuestro espíritu una parte irreductible a disciplina, sea que en él prevalezca la disciplina del bien o la del mal, y la de la acción o la de la inercia. Gérmenes y propensiones rebeldes se agitan siempre dentro de nosotros, y su ocasión natural de despertar coincide acaso con el instante en que más firmes nos hallábamos en la pasión que daba seguro impulso a nuestra vida; en la convicción o la fe que la concentraban y encauzaban; en el sosiego que nos parecía haber sellado para siempre la paz de nuestras potencias interiores.” Miguel Vargas no es un dios del mar. Es evidente que no pudo predecir un futuro que ya casi es presente, por mucho que haya querido cambiar de forma para evitarlo. Espero que la ocasión natural de despertar de esos gérmenes y propensiones rebeldes que se agitan dentro de él coincida con el instante en que más firme se halla en la pasión que ha estado dando impulso a su vida, es decir, que sus más recientes noticias y declaraciones estén dirigidas a preparar el terreno para anunciar su apoyo irrestricto al candidato del partido que preside frente a la tumba de Peña Gómez en el aniversario de su muerte. Sí, porque no hay que buscar un/a espiritista, ni sacar a Peña de su tumba, ni detallar sus ideales, ni siquiera haberlo tratado en persona, ni ser ni haber sido perredeísta para saber que, bajo ninguna circunstancia, iba a celebrarle a Miguelito ni a ningún dirigente ni militante del PRD una posición que perjudicara, que desdeñara, al candidato que ganó la convención, que fue inscrito formalmente ante la Junta Central Electoral y que las tiene todas a su favor para ganar las elecciones, empezando por el respaldo de un sector externo que, junto a los partidos y líderes aliados, más la gigante montaña de berenjenas, iguala el padrón del partido, con lo cual duplica el número de votos llevándolo a sobrepasar los tres millones y medio. “Reformarse es vivir... Y, desde luego, nuestra transformación personal en cierto grado, ¿no es ley constante e infalible en el tiempo? ¿Qué importa que el deseo y la voluntad queden en un punto si el tiempo pasa y nos lleva? El tiempo es el sumo innovador. Su potestad, bajo la cual cabe todo lo creado, se ejerce de manera tan segura y continua sobre las almas como sobre las cosas.” (José Enrique Rodó).

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