Basta y sobra
Disiento de quienes alegan que el hartazgo que tenemos los dominicanos y las dominicanas del régimen morado no es suficiente para que Hipólito gane las elecciones. Creo firmemente que basta y sobra. Y el PLD lo sabe.
Sólo eso explica que la campaña de Leonel, Danilo, Margarita, Vincho e hijos, y demás, esté basada en un terror que les ha servido muy poco o nada. La última genialidad de uno de los hijos de Vincho es asegurar que Hipólito va a retirar su candidatura, escudado en la eventualidad de un fraude. Decir eso de otra persona, del mismo Danilo por ejemplo, hasta se podría tomar en consideración, pero jamás de ese arrojo hecho persona que es Hipólito Mejía.
Se subestima demasiado a la población cuando se presenta a Margarita como la figura mejor valorada, como si nuestra vida fuera una novela rosa. Se pretende capitalizar “las obras” de la primera dama, que no son más que la usurpación de casi todas las funciones públicas, agravadas por la facilidad con la que gasta el escandaloso presupuesto del que dispone en sus antojos de nueva rica en poder desmedido, polarmente opuestas a los inconcebibles, desesperantes trámites para cualquier donación del dinero nuestro que administra a su mejor criterio, muchas veces para asuntos relacionados a una salud crítica que no puede esperar a que el equipo del despacho se le ocurra qué otro papelito exigir antes de siquiera empezar a evaluar el caso. Muy humillante todo.
También capitalizan el beneficio a la sociedad de instituciones creadas por el PRD, como la tarjeta Solidaridad, el Senasa y el Itla, por sólo mencionar tres, que la lista es infinita. No mencionan para nada la cantidad de leyes que incumplen, la cantidad de servicios que niegan a los ciudadanos y a las ciudadanas, su dureza de corazón a la hora de enriquecerse a expensas de la miseria de todo el país, la indolencia y la falta de estilo con que nos sacan la lengua como si no valiéramos nada.
El derrotero que está tomando la campaña del PLD es a todas luces lamentable. Esperemos que no traspase la línea del peligro, que no nos lleve a derramar más sangre que la ya mucha que no se cansa de hacer derramar ese vampiro gigante que es la policía nacional.
Sí, basta y sobra el hartazgo, el bien ganado desprecio que sentimos por el gobierno del PLD. Si algo faltara para asegurar el triunfo de la candidatura de Hipólito, de ninguna manera se trata de la actitud de Miguelito ni de cualquier compromiso que él haya asumido al respecto. Tenemos el candidato ganador.
Sólo eso explica que la campaña de Leonel, Danilo, Margarita, Vincho e hijos, y demás, esté basada en un terror que les ha servido muy poco o nada. La última genialidad de uno de los hijos de Vincho es asegurar que Hipólito va a retirar su candidatura, escudado en la eventualidad de un fraude. Decir eso de otra persona, del mismo Danilo por ejemplo, hasta se podría tomar en consideración, pero jamás de ese arrojo hecho persona que es Hipólito Mejía.
Se subestima demasiado a la población cuando se presenta a Margarita como la figura mejor valorada, como si nuestra vida fuera una novela rosa. Se pretende capitalizar “las obras” de la primera dama, que no son más que la usurpación de casi todas las funciones públicas, agravadas por la facilidad con la que gasta el escandaloso presupuesto del que dispone en sus antojos de nueva rica en poder desmedido, polarmente opuestas a los inconcebibles, desesperantes trámites para cualquier donación del dinero nuestro que administra a su mejor criterio, muchas veces para asuntos relacionados a una salud crítica que no puede esperar a que el equipo del despacho se le ocurra qué otro papelito exigir antes de siquiera empezar a evaluar el caso. Muy humillante todo.
También capitalizan el beneficio a la sociedad de instituciones creadas por el PRD, como la tarjeta Solidaridad, el Senasa y el Itla, por sólo mencionar tres, que la lista es infinita. No mencionan para nada la cantidad de leyes que incumplen, la cantidad de servicios que niegan a los ciudadanos y a las ciudadanas, su dureza de corazón a la hora de enriquecerse a expensas de la miseria de todo el país, la indolencia y la falta de estilo con que nos sacan la lengua como si no valiéramos nada.
El derrotero que está tomando la campaña del PLD es a todas luces lamentable. Esperemos que no traspase la línea del peligro, que no nos lleve a derramar más sangre que la ya mucha que no se cansa de hacer derramar ese vampiro gigante que es la policía nacional.
Sí, basta y sobra el hartazgo, el bien ganado desprecio que sentimos por el gobierno del PLD. Si algo faltara para asegurar el triunfo de la candidatura de Hipólito, de ninguna manera se trata de la actitud de Miguelito ni de cualquier compromiso que él haya asumido al respecto. Tenemos el candidato ganador.
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