Es verdad, son engreídos

Se queda corta la ministra de educación superior al tildar de engreídos a los dueños de los colegios. Son unos buenos abusadores, explotadores de maestros “bien pagados”, sacan la lengua a los padres, los estafan, dando a sus hijos, los alumnos, una educación de mediocre a muy mala, no pocas veces maltratándolos, inculcándoles disparates y fomentando competencias muy dañinas de corte socio-económico, en fin, que no hay nada más parecido a un funcionario peledeísta que un dueño de colegio.

Esos engreídos saben bien que ese derecho civil, la educación, el deber constitucional de enviar los menores a la escuela, no está garantizado por el Estado. Entonces, se multiplicaron y crecieron mucho más que las bancas de apuestas, que los colmadones y demás tarantines donde la gente gasta su dinero, básicamente para alardear de lo que carece, como se estila.

Para más parecerse al gobierno, los colegios son causa principal de tensión, de insomnio, de infartos, de presión alta, de suicidios, o sea, que además de representar el retroceso en la educación, afectan la salud, no hablemos del tránsito, la dinámica familiar y demás aspectos de la vida.

Usted misma, profesora Ligia Amada, en sus tiempos de secretaria de Educación, ¿qué hizo para frenar la apertura de colegios, qué hizo para poner en regla a los ya existentes? Que se recuerde, nada.

Aprovechemos para revisar, de urgencia, la verdadera función de todos y cada uno de los Ministerios. Mientras el de Trabajo dice que no tiene nada que ver con los empleados públicos y sus graves problemas laborales, el de Educación ha declarado en más de una oportunidad que no tiene jurisdicción sobre los colegios privados. Que si son las clínicas y lo seguros, están bien fuera de la órbita del Ministerio de Salud. El Ministerio de Obras Públicas contrata compañías privadas. El caso es que aquí nada es como tiene que ser, ni siquiera como parece.

No debería tener que decirle, profesora, que cuando haya suficientes escuelas públicas y funcionen como Dios manda, los colegios se irán ya usted sabe adónde.

De manera que el engreimiento de los dueños de los colegios se debe, única y exclusivamente, a la irresponsabilidad gubernamental, un gobierno tras el otro, de todos los partidos. Siendo el PLD “la chiva que más mea” (felizmente, se le está secando el chorro), en sus gobiernos han cogido más fuerza todos los aprovechadores de la situación en la que nos han sumido los incalificables – a punto de desaparecer, paciencia - gobernantes morados.

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