Hay que averiguar

Todos los días aparece información, cada vez más indignante, sobre el caso de Félix Bautista en Haití. De refilón, se ha mencionado el apoyo de este peculiar ciudadano a candidaturas presidenciales de otros países de la región.

En ese tipo de ejercicio político, nada se hace gratuitamente. Nos asiste el derecho de saber, además de lo que se ha hecho con nuestro dinero – que no nos sobra, sino que nos hace mucha, pero mucha falta – a cambio de qué ha sido regalado a esos candidatos, tanto a los que ganaron como a los que no ganaron, y si la publicada lista de candidatos apoyados por el senador dominicano está completa o no.

Sí, porque hemos leído que no bastaron los “concursos” para las obras en Haití, sino que también hubo apoyo económico a la candidatura del actual presidente. Entonces, es fácil suponer que el apoyo dado a otros candidatos de la región podría relacionarse contratos existentes o futuros con las prósperas empresas del hijo por elección de Leonel Fernández.

Es que, en caso de que así fuera, tendremos que convenir que el cacareado prestigio internacional del presidente dominicano, en el fondo, es más bien el amarre de una corporación regional que, como parte natural de su delirio de grandeza, pudiera convertirlo en amo y señor de cada vez más países, principalmente centro y suramericanos, es decir, subdesarrollados.

Porque, en términos políticos, ¿qué le importa a ningún dominicano, por muy presidente que sea, quién gane las elecciones en Guatemala, o en Perú, o en Panamá, o en ninguna otra parte? El juego es por dinero. Al señor feudal no le basta su feudo. Quiere los feudos ajenos. Ya no le da suficiente gusto ser rey, o creer que lo es; quiere ser emperador. Por eso gasta el dinero del reinado en la creación de un imperio.

Claro, aquí él sólo ha estado ensayando. Pero esto le queda chiquito. Quiere la región completa. Ahora, con doce años de experiencia y todo el dinero del mundo, pretende dirigir la orquesta aquí, allá y acullá.

Danilo, como si no supiera ni sospechara nada. Su obsesión por la presidencia lo hace quitarse los lentes y cerrar los ojos, taparse los oídos, apretar la boca, cubrirse la nariz. Quién quita que él mismo sea el autor del ingenioso plan desde que se vieron en el poder en 1996.

Y, Margarita estudia a profundidad el libro de María Martínez, para impregnarse de su pensamiento y su estilo, a fin de no perder ni pie ni pisada al capataz de la finca cuando el marido se vaya a supervisar el imperio conquistado. ¡Bien por ti!

Comentarios

Cosette ha dicho que…
En su locura, Leonel está atentando contra los intereses de varios imperios ya establecidos.

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